Traducción al español por Pijama Surf
© Desconocido
Más allá de las consignas y las protestas, datos duros sobre la minoría voraz que concentra buena parte de la riqueza de Estados Unidos y contra la cual se ha levantado la operación
Ocupa Wall Street.Conforme pasan los días parece que la operación
Ocupa Wall Street, iniciada el pasado 17 de septiembre con apenas un puñado de interesados, va ganando presencia en los medios - incluso entre aquellos que no quisieran incluirla entre sus titulares - y, lo que es todavía mejor, simpatía entre el grueso de la población, especialmente jóvenes universitarios y personas ligadas históricamente a las luchas a favor del bienestar común y en contra de los abusos en los que incurre habitualmente y por consentimiento general la gente en el poder.
Sin embargo, en esta ocasión el movimiento de protesta ha enfocado sus reclamos a la élite financiera
que maneja verdaderamente el destino de un país. Más allá del gobernador, el legislador, incluso el presidente o primer ministro de un país,
un pequeño grupo de personas dicta las reglas de este perverso juego en el que las mayorías terminan pagando las decisiones equivocadas, dejando las ganancias a esa minoría económicamente poderosa.Ese es justamente
el enemigo a quien los protagonistas de Ocupa Wall Street tienen en el blanco. La élite financiera que, en el caso de Estados Unidos, agrupa al 1% de la población total.
Un 1% rebosante de lujos, exenciones fiscales, perversas artimañas para aumentar las ganancias y un sinfín de privilegios logrados a costa del 99% restante de la población.Y no se trata de consignas sin sustento. Personas de incuestionable probidad como el premio Nobel en Economía Joseph Stiglitz y otros académicos de importantes universidades y centros de investigación han documentado la
increíble desproporción entre uno y otros sectores, entre la minoría acaudalada e insaciable y la mayoría al parecer cansada y dispuesta ya a solucionar esta inequidad.
Por otra parte recordemos que si bien los datos que se presentan a continuación han sido extraídos de las estadísticas estadounidenses, el modelo económico-político antes descrito ha sido exportado o impuesto en tantos países como lo han permitido los gobiernos y las poblaciones locales, un poco porque buena parte de las corporaciones implicadas llevan sus intereses más allá de las fronteras de Estados Unidos.