Traducido para Rebelión por Marwan Pérez
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El reciente comportamiento de Israel ante una serie de cuestiones y acontecimientos muestra un Estado que vive una angustia existencial. Por ejemplo, fue claramente histérica la respuesta del gobierno israelí ante la movilización de unos pocos barcos cargados con ayuda humanitaria para la bloqueada Gaza, caricaturizando la respuesta de un Estado que reacciona con fobia a peligros y amenazas que en realidad no existen.
Los voluntarios a bordo de los buques eran personas de diferentes culturas y religiones que dejaron muy claro que su misión era entregar la necesaria ayuda humanitaria a la población de la Franja de Gaza, sitiada herméticamente por Israel desde hace cinco años consecutivos, y sin ofrecer razones convincentes para hacerlo.
Otro mensaje de estos valientes hombres y mujeres, que representan la verdadera conciencia de la humanidad, es poner de manifiesto la ilegitimidad absoluta, la ilegalidad y la inmoralidad del asedio criminal que condena a morir de hambre y estrangula a 1,8 millones de seres humanos cuyo único "delito" es su perdurable determinación de buscar la libertad de los nietos y bisnietos del holocausto.