Ahora, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que revisará su relación con la ONU, irritado por una resolución del Consejo de Seguridad que el 23 de este mes censuró a Israel por lo que considera asentamientos ilegales de colonos en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén oriental.
Estados Unidos se abstuvo en la votación, pero los restantes miembros permanentes del Consejo de Seguridad - China, Francia, Gran Bretaña y Rusia - votaron a favor de la resolución, junto con Angola, Egipto, España, Japón, Malasia, Nueva Zelandia, Senegal, Ucrania, Uruguay y Venezuela, los 10 miembros no permanentes.
En represalia, Israel amenazó con construir 5.600 viviendas más en la Jerusalén ocupada, aislándose aun más de la comunidad internacional.
Después de que el actual presidente estadounidense Barack Obama se negó a vetar la resolución, como Trump quería, el presidente entrante, que asumirá sus funciones el 20 de enero, cuestionó la eficacia del foro mundial y lo calificó de "un club donde la gente se reúne, habla y pasa un buen rato".
"En cuanto a la ONU, las cosas serán diferentes después del 20 de enero", advirtió Trump.
Comentario: La población global tiene la responsabilidad en este momento de manifestarle a Trump su desacuerdo con el apoyo que hasta ahora le ha mostrado al criminal estado de Israel. Después de todo, si se trata de un populista, no podrá ignorar la voluntad de la mayoría.
Comentario: En efecto, si alguien tenía ilusiones acerca de lo que es la ONU, puede deshacerse de ellas ahora mismo. Esta organización fue creada por los ganadores de la última guerra mundial, cada uno de los cuales es miembro permanente del Consejo de Seguridad y tiene derecho a veto. No se trata de una organización democrática, sino de un instrumento para perseguir los objetivos de la agenda de las súper potencias, en primer lugar la de Estados Unidos, desafortunadamente. El resto del mundo juega este juego porque no tiene nada mejor para hacer escuchar su voz.