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La huelga por mejora salarial de los policías de los estados de Bahía y Río de Janeiro, a una semana de comenzar los afamados carnavales, destacó en el acontecer noticioso de Brasil la semana que concluye hoy.

Pese a la aseveración del comandante de la Policía Militar del estado de Bahía, coronel Alfredo Castro, de que "todo tiene un comienzo, un medio y un fin. En mi óptica, el fin de la huelga está decretado", la realidad es que lo agentes del orden de ese estado decidieron anoche mantener su protesta.

En asamblea con unos 300 participantes, miembros de la Asociación de Policías y Bombres y sus Familiares de Bahía acordaron mantener la paralización y salieron de la sede del Sindicato de los empleados de Banco cantando que la huelga continúa.

Desde el martes de la semana pasada, una parte de los policías de Bahía decretó el paro y tomó la sede de la Asamblea Legistativa, que desde el domingo fue cercada por unos 600 militares y unos 40 agentes del Comando de Operaciones Tácticas. El jueves último, los agentes desocuparon el local, pero decidieron mantener la protesta.

Antes de ser arrestado, el líder del movimiento, Marco Prisco, reveló que "queremos amnistía administrativa, revocación de las prisiones decretadas y el pago de la Gratificación por Actividad Policial (GAP) en los niveles IV y V". "Solamente con esas tres reivindicaciones la huelga tendrá fin", apuntó.

Asimismo, policias y bomberos de Río de Janeiro decretaron ayer una huelga por tiempo indefinido, en demanda de mejores salarios. La decisión de iniciar la protesta fue tomada en asamblea con más de dos mil representantes de los 70 mil integrantes de esos cuerpos uniformados de la llamada Ciudad Maravillosa.

Líderes del movimiento precisaron que 30 por ciento de los efectivos del Cuerpo de Bomberos y de la Policía Civil estadual estarán a disposición para casos de emergencia, mientras los policías militares permanecerán en sus respectivos batallones y no atenderán suceso alguno.

Asimismo, los participantes en la asamblea, efectuada en Cinelandia, en el centro de Río de Janeiro, acordaron que el paro es por tiempo indeterminado y que solo volverán al trabajo cuando sus reivindicaciones salariales sean atendidas y el cabo bombero Benvenuto Daciolo sea liberado.

Daciolo fue arrestado de forma administrativa, acusado de incitación a huelga y convocación a motín, indicó el secretario estadual de Defensa Civil, coronel Sergio Simoes. Una grabación muestra una conversación entre Daciolo y la diputada Janira Rocha, en la cual hablan sobre estrategias para el paro laboral.

Para atenuar los efectos que puede tener la protesta en la seguridad de Río de Janeiro, uno de los estados más violentos de esta inmensa nación y para garantizar la tranquilidad en los famosos carnavales de esa ciudad, a iniciarse la próxima semana, Simoes adelantó la movilización de un importante contingente militar.

Similar estrategia fue adoptada en Bahía ante el inicio la próxima semana de los carnavales en ese estado que, aunque no son tan famosos internacionalmente como los de Río de Janeiro, atraen tantos o más simpatizantes que los del afamado balneario.

En declaraciones a la prensa, la presidenta Dilma Rousseff criticó duramente planes de actos criminales de policías militares de Bahía, conocidos por medio de grabaciones de conversaciones teléfonicas entre ellos, divulgados por una televisora nacional.

"Quedé horrorizada cuando escuche grabaciones (teléfónicas entre líderes de la protesta policial) en la televisión, la TV Globo, sobre el hecho de que hay otros intereses envolviendo la paralización. Eso no es correcto", afirmó Rousseff.

En la mencionada grabación, los huelguistas hablan de quemar camiones y bloquear una de la principales autopistas de esa zona del país, así como de extender el paro policial a otros estados de la Unión, como Río de Janeiro y Sao Paulo.