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Tres indígenas de los que protestan frente a la Asamblea Nacional fueron heridos de bala hoy presuntamente por guardias del legislativo cuyo jefe lo niega, los cual provocó el receso del diálogo con el gobierno para averiguar lo ocurrido.

Los hechos son muy confusos y suman más tensión a la ya preocupante situación que se está viviendo por el diálogo de sordos que tiene lugar en la Asamblea en torno al artículo 5 de la ley 415 que reforma el código minero.

Las hidroeléctricas que se construyen o están proyectadas para zonas aledañas a la comarca ngöbe-buglé en Chiriquí y otras zonas tienen estancadas las negociaciones que hoy giraron en torno a una propuesta indígena y una contrapropuesta del gobierno, ambas rechazadas por cada parte.

Los indígenas insisten en eliminar la hidroeléctrica de Barro Blanco y que el gobierno indemnice a sus dueños y no avale las solicitudes de concesión de otras tres. El gobierno contrapropuso una tregua de 15 días para el análisis técnico de las obras en el río Tabasará.

"No hay humo blanco", dijo ayer la cacica general Silvia Carrera para ilustrar así el estancamiento de la negociación, y hoy se puede decir que el humo es negro, lo cual repercute en las comarcas donde se han producido cierres parciales de calles y huelgas de hambre.

La situación frente a la Asamblea, donde grupos de indígenas mantienen vigilia desde que hace 12 días comenzaron las negociaciones en el Salón Azul con la mediación de la Iglesia y la rectoría de la Universidad, complica más el panorama.

Voceros de los indígenas aseguran que uno de los encargados de la seguridad del legislativo les disparó y anunciaron que analizan las imágenes del confuso incidente para determinar las siguientes acciones a tomar. El jefe de Seguridad, Juan Vallarino, rechazó la acusación.