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Nairobi - Dos barcos cortaron los cables submarinos de fibra óptica que proporcionan conexión de banda ancha al este de África. Tanto los usuarios de Internet como las empresas debieron soportar hoy una velocidad de conexión reducida.

De acuerdo a las empresas involucradas en los incidentes, la tarea de reparación de los cables podría alargarse durante dos semanas o más.

El sábado, el ancla de un barco cortó los cables operados por Teams, una compañía que pertenece parcialmente al gobierno de Kenia, en el puerto de Mombasa.

Once días antes, otro buque que arrastraba su ancla cortó los cables de Eassy, un consorcio de compañías de telecomunicaciones.

"'Eassy' sufrió un corte el 17 de febrero en el Mar Rojo", declaró a dpa el CEO de West Indian Ocean Cable Co, Chris Wood.

"Ese corte no afectó el tráfico (...) sin embargo, en el mismo incidente, fueron cortados otros dos cables, y ellos sí permiten mucho tráfico", agregó Wood.

El CEO de West Indian Ocean Cable Co mencionó que la mayor parte del tráfico ha sido desviado a través de Sudáfrica, y comentó que varios barcos ya han sido movilizados para reparar los cables. Adelantó que las tareas demorarían entre 15 y 20 días.

Las compañías locales de Internet desviaron su tráfico mediante otro cable operado por la compañía privada Seacom, que confirmó que sus servicios funcionaban normalmente.

Kenya's Zuku, una nueva empresa que ha expandido notablemente sus operaciones con banda ancha desde que los cables empezaron a llegar en 2009, ratificó que las velocidades se degradarían a medida que se pasaba a una capacidad alternativa.

Los cables transportan miles de gigabytes por segundo desde Europa, India, Sudáfrica y África del Este. Antes de su llegada, las compañías de Internet se basaban en las conexiones por satélite, que resultaban más lentas y caras.

La llegada de los cables produjo una caída de los precios y un incremento de la velocidad, lo que a la vez, aumentó el número de suscriptores de Internet. Ello también posibilitó la creación de empresas que esperan establecer centros de llamadas internacionales y competir con gigantes establecidos como India.