Imagen
© Desconocido
Miles de rusos se manifiestan en las calles de Moscú en protesta de las elecciones que dieron como ganador y nuevo presidente a Vladimir Putín. Denuncian fraude.

Putin ganó más del 63% de los votos según los resultados oficiales casi completos, pero la oposición y observadores independientes dijeron que la elección se ha visto empañada por un fraude generalizado.

Los observadores internacionales destacaron la falta de competencia verdadera en la elección y dijeron que el recuento de votos "fue evaluado negativamente" en casi un tercio de las estaciones de votación visitadas.

Las críticas sobre la votación se suman a la protesta del lunes en el centro de Moscú de quienes ponen en entredicho su victoria y exigen que se ponga fin a su participación en el gobierno durante 12 años. El mitin, que se suma a una serie de protestas contra Putin, tiene el aval de las autoridades.

El líder de la principal misión de observadores internacionales para las elecciones en Rusia afirmó el lunes que hubo "serios problemas" en los comicios presidenciales.

Tonino Picula dijo en un comunicado que no hubo una "competencia real" y que un "abuso de recursos gubernamentales aseguró que el ganador de las elecciones nunca fuera puesto en duda".

Picula lideró la misión de observadores de corto plazo de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

Un breve resumen de las conclusiones de la misión no hizo referencia a los alegatos de los observadores independientes rusos de que hubo muchos casos de gente que emitió más de un voto, aunque dijo que "el proceso (de la elección) se deterioró durante el recuento de los votos, el cual fue evaluado negativamente en casi un tercio de las estaciones electorales observadas".

La Comisión Central Electoral dijo que el primer ministro Putin, quien fue presidente de 2000 a 2008, obtuvo más de 63% de los votos a nivel nacional.

Las conclusiones de los observadores de la OSCE pueden tener una incidencia significativa si las fuerzas de oposición rusa son capaces de mantener el ímpetu de las largas manifestaciones sin precedentes que han podido organizar en los pasados tres meses.

Hablando ante un mar de partidarios y con lágrimas en los ojos, Putin proclamó desafiantemente que había triunfado pese a que sus opositores tenían la intención, dijo, de "destruir la condición de Rusia como Estado y usurpar el poder".

Muchos en Rusia todavía lo ven como un garante de la estabilidad y como defensor de una Rusia fuerte ante un mundo hostil, una imagen que ha cultivado cuidadosamente durante los 12 años que ha estado en el poder, ya sea como primer ministro o como presidente.