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Trece muertos y un herido es el saldo de un nuevo motín desatado este jueves en una cárcel de San Pedro Sula, la segunda ciudad en importancia de Honduras, ubicada al norte del país centroamericano.

El motín comenzó cuando presos pertenecientes a bandas rivales se enfrentaron por el control de la cárcel. Desde el exterior, se han escuchado varios disparos y se han visto columnas de humo, por lo que se cree que ha habido un incendio provocado por la pelea.

Como consecuencia de este enfrentamiento, al menos 13 presos han muerto, uno de los cuales ha sido decapitado y su cabeza ha sido arrojada frente a la Dirección del centro penitenciario. Algunos cadáveres presentan heridas de arma blanca, según ha informado la coordinadora de Fiscales de la Zona Norte, Marleny Banegas.

Varias personas, en su mayoría familiares de los reos que se encontraban de visita, han tenido que ser atendidas por Cruz Roja y, algunas de ellas, han sido trasladadas a centros sanitarios con síntomas de intoxicación por humo.

Unidades del Cuerpo de Bomberos se han trasladado hasta la prisión, aunque han tardado en entrar porque, tal y como ha explicado el jefe de Bomberos de la Zona Norte, los presos estaban armados y podían herir a los efectivos.

Nada más conocer la noticia, las familias de los reclusos se han acercado a la cárcel y han esperado a sus puertas para conocer el desenlace del motín y conocer el estado de sus parientes.

El pasado 14 de febrero, un incendio consumió la cárcel de Comayagua, ubicada a las afueras de Tegucigalpa, acabando con la vida de 360 presos, en el peor incidente penitenciario de Honduras y América Latina, lo que ha hecho reflexionar a las autoridades sobre las condiciones de las cárceles en la región.