Daniel Lozano
El Mundolun, 03 sep 2012 06:21 UTC
Andrés Avelino Álvarez, diputado opositor de la Comisión de Pueblos Indígenas, ha denunciado a ELMUNDO.es una nueva matanza contra indígenas yanomamis de la remota comunidad Irotatheri, en el Estado Amazonas, fronterizo con Brasil. Se teme que el ataque de los garimpeiros, mineros ilegales brasileños, pudo provocar la muerte de alrededor de 80 indígenas.
Pregunta. Existen muchas zonas oscuras respecto a esta matanza, sucedida según distintas versiones el 5 de julio. ¿Hay algún interés en ocultar la información?
Respuesta. El Gobierno quiere que pasen las horas y no duda en aprovechar el cinismo de la ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, que dice desconocer el asunto. Pero tenemos en nuestro poder varios elementos que confirman la matanza. Primero, la Fiscalía ya ha puesto en marcha una investigación. Segundo, Luis Ahiwei, uno de los denunciantes, es un dirigente indígena del oficialista PSUV. Sus palabras han sido confirmadas por el responsable de asuntos indígenas del estado de Amazonas. Y tercero, incluso la web radical Aporrea está tratando el asunto. Pero persiste el intento de armar una tramoya (intriga).
P.- ¿Qué ocurrió aquel día en el poblado de Irotatheri?
R.- Los yanomamis se enfrentaron a los garimpeiros para recuperar a una de sus mujeres, que había sido secuestrada. La rescataron y en venganza dispararon contra el Shabono (choza central del poblado). Incluso utilizaron explosivos, hay cadáveres calcinados. Fue una masacre. Tres cazadores llegaron al poblado y comprobaron el desastre. Se pusieron en marcha hacia Puerto Ayacucho, tardaron muchos días en llegar.
P.- ¿A qué se debe que esa zona de Venezuela parezca desde hace años un territorio sin ley?
R.- Es producto de que no exista una política de estado ni para la frontera ni para los pueblos indígenas. Lo he denunciado en reiteradas ocasiones en la Asamblea. Las brigadas del Ejército y de la Guardia Nacional, con los generales Pinto Gutiérrez y Zambrano Mata al mando, monopolizan el tráfico de gasolina y de cemento. También revenden los alimentos baratos de Pdval y Mercal en la parte brasileña. Y protegen la minería ilegal. Los grupos irregulares están protegidos.
P.- ¿Cómo son las relaciones de los indígenas con el Ejército?
R.- En ocasiones les quitan la comida, porque los militares no reciben suficientes insumos del Estado. Les acusan de colaborar con los mineros ilegales y les decomisan la gasolina, que ellos utilizan para las barcas y para las estaciones eléctricas.
P.- ¿Desde cuándo conoce el Gobierno el alcance de esta matanza?
R.- Se ha filtrado desde el Ministerio que la ministra lo conocía desde hace un mes. Estamos en campaña electoral.
P.- ¿Qué parte de culpa tiene el Gobierno de lo que pasa a más de 1.000 kilómetros en un recóndito lugar de la selva?
R.- Estamos ante un genocidio contra los yanomamis, que se está produciendo con la mirada complaciente del Gobierno. Llevamos mucho tiempo denunciándolo en la Asamblea, hasta que al final se ha producido una gran masacre.
P.- ¿Desde cuándo se prolonga este conflicto?
R.- Los garimpeiros se han hecho fuertes allí desde 2009, cuando atacaron a los indígenas. El Ejército irrumpió en las minas de oro, supuestamente para cumplir el decreto presidencial de nacionalización. Pero lo que están haciendo es explotar el oro para el beneficio de sus propios bolsillos.
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