combustibles fósiles
© Frank Perry/AFP/GettyImagesClientes repostando combustible en una estación de servicio en Francia.
Las subvenciones para las energías renovables, incluyendo la energía solar y eólica, han estado repuntando pero aún son eclipsadas por las ayudas a los combustibles fósiles, según muestra una nueva investigación. Las ayudas totales para las renovables fueron de 65.000 millones de dólares en 2010, mientras que los combustibles fósiles recibieron entre 775.000 millones y un billón de dólares en 2012, según Worldwatch Institute, una organización de investigación medioambiental global con sede en Washington, D.C.

La discrepancia puede explicarse en parte por el hecho de que las renovables aún suponen una porción mucho más pequeña del total de energía. Tomando las subvenciones por unidad de Kilovatio hora (kWh), éstas son en realidad mayores para las energías renovables.

Teniendo en cuenta estadísticas de 2009, la producción de energía renovable recibió ayudas por valor de 1,7 céntimos a 15 céntimos por kWh, comparado con los 0.1 a 0,7 céntimos por kWh que recibieron los combustibles fósiles.

La organización de investigación medioambiental señaló, sin embargo, que las subvenciones para las renovables caerán probablemente a medida que las tecnologías se hagan más eficientes, entre otros factores.

Worldwatch argumenta que lo que los estados no están considerando cuando subvencionan el combustible fósil es los costes ocultos para los contribuyentes en términos de daño a la salud humana y medioambiental.

"Las ayudas al combustible fósil cuestan 120.000 millones de dólares a Estados Unidos en contaminación y costes relacionados con el cuidado sanitario cada año. Pero estos costes no se reflejan en los precios del combustible fósil", explicó la organización, citando datos del gobierno estadounidense.

"Estos llamados costes ocultos, o externalidades, son de hecho costes muy reales para nuestras sociedades que no repercuten en el contaminador y el beneficiario de la producción, sino en todos los contribuyentes", afirmó Worldwatch.

Según el grupo de investigación, hacer que los combustibles fósiles sean más baratos contribuye a continuar cayendo por el mismo camino de dañarnos a nosotros mismos.

En contraste, si las ayudas al combustible fósil se eliminaran y se diera más apoyo a las renovables, los gobiernos disfrutarían de numerosos beneficios.

"Tal cambio podría ayudar a crear una ganancia triple para las economías nacionales al reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero, generando crecimiento económico a largo plazo y reduciendo la dependencia de las importaciones de energía", manifiesta la organización con sede en Washington, D.C.

Por ejemplo, sin ayudas al combustible fósil, para 2020, el consumo global de energía se reduciría casi un 4%, mientras que la demanda de gasolina se reduciría unos 3,7 millones de barriles al día, la demanda de carbón caería unas 230 toneladas y la demanda de gas natural también caería significativamente, informa Worldwatch, citando datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Además, se podría esperar que las emisiones de dióxido de carbono cayeran un 4,7% en 2020 y alrededor de un 5,8% en 2035.

"Una eliminación gradual de las subvenciones al combustible fósil nivelaría el campo de acción para las renovables y también nos permitiría reducir el apoyo a las fuentes de energía limpia. Después de todo, los combustibles fósiles se han beneficiado de un apoyo gubernamental masivo en todo el mundo durante cientos de años", señaló Worldwatch. Sin embargo, el grupo subrayó que el progreso hacia una eliminación gradual total de las ayudas al combustible fósil ha sido insignificante.