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El presidente catalán Artur Mas decidió adelantar las elecciones regionales del 2014 para el próximo 25 de noviembre, ante la fuerte crisis que soporta España. El jefe de la Generalitat (gobierno) de Catalunya aborda hoy un crucial debate en el parlamento, donde informó de este propósito a sus principales consejeros y a los dirigentes de Convergencia y Unión, la coalición nacionalista moderada que ha levantado por primera vez reivindicaciones independentistas para Cataluña.

De esta manera el gobierno catalán inicia un proceso de distanciamiento del gobierno nacional de Mariano Rajoy, con la secesión en el horizonte.

El vocero del gobierno catalán, Fransec Homs, describió como "desconcertantes y contradictorias" las convocatorias al diálogo formuladas por el presidente del español, Mariano Rajoy. Esas invitaciones fueron formuladas por Rajoy para mejorar la financiación autonómica, pero para los catalanes lo importante es que el jefe del Ejecutivo rechazó terminantemente la demanda de Artur Mas de negociar un pacto fiscal.

Homs señaló que la petición de diálogo formulada por Rajoy "no apartara al nacionalismo catalán de su voluntad de iniciar nuestro propio camino". Se espera que Más, en su discurso durante el día, aborde en concreto el tema de la hoja de ruta de la "transición nacional de Catalunya".

Mas reiterara la vocación catalana de convertirse en un estado soberano dentro de la Unión Europea y el euro". El tema del independentismo es observado con especial atención por los militares españoles. Las fuerzas armadas tienen, según determina la Constitución, la obligatoriedad de velar por "la integridad territorial" de España.

La Asociación de Militares Españoles (AME) ha avisado de que quienes promueven "la fractura de España" pueden acabar siendo juzgados por los tribunales castrenses por alta traición". La AME lanzó la advertencia tras calificar como "improcedente e inadmisible" la "actitud del presidente de la 'Generalidad' de Cataluña [Artur Mas] y de los miembros separatistas de su Parlamento".

La AME apunta, como "principal" papel a desarrollar por parte de los gobernantes "guardar y hacer guardar la Constitución Española, vigente por la firme e inmovible voluntad del honrado, sorprendido y desconcertado pueblo español".

La Asociación de Militares Españoles identifica la ola independentista en Catalunya evidenciada en la calle el 11 de Septiembre con "el resultado de una pavorosa crisis económica y otra manifiestamente desastrosa gestión política por parte de las formaciones" que, añade, "incurren en un delito de alta traición" al fomentar "la aparición y el asentamiento de los nacionalismos separatistas" por "ceder ante su chantaje de votos para mantenerse en el poder".