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Un gran cargamento de semillas transgénicas adquiridas a la multinacional estadounidense Monsanto llegó hoy a Paraguay a pesar del anuncio de organizaciones campesinas e indígenas de que seguirán las protestas contra su uso.


Se trata de un total de 690 toneladas destinadas al cultivo del algodón, primera de las cargas vendidas por Monsanto tras la liberación por el gobierno para la comercialización y siembra de dos variedades genéticamente modificadas.

Con ellas, de acuerdo con lo conocido, se pretende cultivar más de 100 mil hectáreas de algodón en la próxima campaña agrícola y aplicar también el mismo sistema en el caso del maíz.

El titular del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas, Jaime Ayala, confirmó la llegada de 46 mil bolsas se semillas, cada una de ellas con 15 kilos del producto.

Las simientes son almacenadas en un depósito de Ciudad del Este hasta concretar acuerdos del gobierno con los distribuidores privados para su colocación en las zonas destinadas a utilizarlas, según el informe oficial.

Las denuncias de los pequeños agricultores y organizaciones sociales, apoyadas en los estudios científicos divulgados sobre el tema, se basan en el peligro que significan esos cultivos para la salud de labriegos y medio ambiente y lo nocivo de los agrotóxicos acompañantes en su utilización.

En un intento de neutralizar la reacción contraria de campesinos e indígenas, Ayala ofertó una cantidad menor de bolsas conteniendo semillas convencionales, tradicionalmente preferidas antes de la irrupción de Monsanto en el mercado local, para quienes deseen utilizarlas.

Sin embargo, la llegada de este cargamento y de otros que arribarán próximamente destinados tanto al algodón como al maíz, fue fuertemente rechazada y será motivo de nuevas protestas ya anunciadas.