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Francois Hollande y Mariano Rajoy anunciaron su acuerdo de impulsar una unión bancaria en la zona del euro, medida que es resisitida por el gobierno alemán. Críticas a las previsiones del FMI.
En plena tormenta del euro, el presidente francés, Francois Hollande, y el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, mostraron hoy su acuerdo para lograr una unión bancaria europea en 2013 pese a reticencias de Alemania, tras reunirse en París en una cumbre franco-española.
La primera cumbre entre los gobernantes de ambos países en los últimos tres años se desarrolló una semana antes del Consejo europeo del 18 y 19 de octubre en París, y tuvo lugar en momentos en que crecen los interrogantes en torno a la necesidad de España de un plan de salvataje global para el país.
"Nuestra posición es que en el Consejo avancemos lo máximo posible para lograr una unión bancaria, bajo la supervisión del Banco Central Europeo y asumiendo responsabilidad en toda la zona euro", explicó Hollande durante una conferencia conjunta con Rajoy en el palacio presidencial del Elíseo.
"El conjunto de bancos debe estar cubierto por esta supervisión", agregó.
El socialista Hollande y el conservador Rajoy afirmaron que esperaban el visto bueno del Consejo europeo del 13 y 14 de diciembre para instalar la unión bancaria en la zona euro, a pesar de la negativa alemana.
"Todos los bancos deben estar considerados en esta unión. Eso sí, no opondré resistencia en que haya plazos diferentes para integrarla", aclaró Rajoy.
"Entre Francia y España, existe la misma concepción de lo que hay que hacer en las próximas semanas", afirmó Hollande, quien en las últimas semanas no ocultó su preocupación por la demora de España en solicitar un rescate, que sería el cuarto de la zona euro luego de Irlanda, Portugal y Grecia.
"Son los españoles quienes deben decidir soberanamente qué van a hacer, pero si piden ayuda consideramos que debemos aportar todo nuestro apoyo", aseguró Hollande, mientras Rajoy eludió una vez más responder sobre un posible rescate a la economía española.
El lunes, el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schauble dejó en claro la categórica posición de la principal economía de la zona euro al afirmar que "España no necesita ayuda".
Hollande, por su parte, recibió la felicitación por parte de Alemania luego de que ayer la Cámara de Diputados francesa aprobara el tratado presupuestario europeo, pese al rechazo del ala izquierda del gobierno socialista.
Asimismo, Hollande y Rajoy no ocultaron su desacuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el crecimiento en las economías de sus países.
"Las previsiones del FMI no son buenas para España, pero tampoco para ningún otro país de la zona euro", manifestó Rajoy, acotando que las estimaciones de su gobierno de que la economía se contraerá 1.7% en 2012 "puede ser mejor de lo pronosticado".
Durante la 21ra Cumbre franco-española, los mandatarios mostraron su convergencia al reclamar que las políticas agrícolas comunes (PAC) de la zona euro "no se conviertan en una variable de ajuste", mientras Hollande expresó su deseo de que la flamante tasa a las transacciones financieras "se convierta en un fondo europeo dedicado a la capacitación de los jóvenes".
Además del encuentro Hollande-Rajoy, también se reunieron los Cancilleres de ambos países y los ministros de Interior, Asuntos Europeos, Transportes, Agricultura y Ecología y Energía.
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