Pese a la polémica y las protestas, en Japón se preparan para seguir reabriendo reactores nucleares. En torno a la central de Kashiwazaki Kariwa, la más grande del mundo, están levantando un muro de 15 metros para protegerla de un eventual tsunami.


TEPCO, la misma empresa encargada de Fukushima, se ha dado 5 meses para reactivar el primero de sus 7 reactores. Según un responsable de la planta, no sólo van a cerrar el paso al tsunami. Las medidas de refuerzo contemplan la posibilidad de que el tsunami sea tan importante que "provoque fallos eléctricos y de refrigeración, como ocurrió en Fukushima".

Los tsunamis no son el único problema. Los geólogos se inquietan también por las fallas tectónicas, como la que está debajo de Ohi, la única central nipona actualmente en activo.

El pasado fin de semana, miles de personas protestaron en Tokio contra la reapertura de reactores a pesar de las dudas sobre su seguridad y tras la catástrofe de Fukushima.