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Tras siete días de bombardeos, que ya han causado 120 muertos y más de 1000 heridos y/o mutilados, entre los que se incluyen mujeres y 27 niños, y al no cumplirse los objetivos de máxima de la operación represiva en Gaza, Israel comienza a padecer una lógica inexorable de la acción militar : Si una guerra se extiende, el tiempo termina favoreciendo al más débil. De nuevo, como en Líbano la extensión de los bombardeos puede desgastar y dividir al mando judío y a generar oleadas de críticas tanto en el plano internacional como en la sociedad y en los sectores del poder político israelí. En este contexto, y para proporcionarle un "repliegue victorioso" al Estado israelí EEUU y las potencias aliadas de la OTAN mueven aceleradamente las piezas de un "cese el fuego" que posibilite negociaciones entre Hamás e Israel.

En una semana de bombardeos "quirúrgicos" Israel no consiguió destruir la red de plataformas lanzaderas de cohetes operadas por los grupos de combatientes palestinos, y ante este cuadro de situación no le queda otra opción que incrementar la matanza y lanzar una operación terrestre en la Franja como en el 2009.

En este escenario, la estrategia y los objetivos políticos y militares que guiaron la operación "Pilar Defensivo" puede fracasar estrepitosamente si no se la sustituye inmediatamente por un Plan B diplomático que salve a Israel de otra hoguera y recomience un nuevo proceso "por otras vías". Si Israel vuelve a ingresar en una invasión terrestre, el reloj y los muertos de Gaza van a ser los protagonistas fundamentales de su destino.

Como siempre EEUU y las potencias imperiales (como el Chapulín Colorado) van al rescate de su socio regional y buscan contra-reloj la brújula que parece haber perdido Israel: El "cese" el fuego que justifique un repliegue "honroso" antes de que un nuevo pantano en Gaza se trague lo que queda de la supremacía militar del ejército israelí.

En este contexto, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Rodham Clinton, y el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, intentan acelerar las negociaciones entre Israel y los palestinos para lograr una tregua.

La enviada estadounidense llega hoy a territorio israelí para reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu, así como con el presidente Shimon Peres y varios miembros del gabinete. Entre ellos estará también el ultraderechista ministro de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman. Más tarde se trasladará luego a la ciudad palestina de Ramallah, en Cisjordania.

Por su parte, Ban Ki Moon se trasladó a Israel varias horas antes de lo previsto inicialmente, y también se encuentran en la zona una delegación de la Liga Arabe y el ministro del Exterior alemán, Guido Westerwelle."Esto tiene que parar", dijo Ban en una conferencia de prensa conjunta en El Cairo con el jefe de la Liga Arabe, Nabil al Arabi.

Israel, por su parte, anunció que dará más "tiempo" a la propuesta de tregua presentada por Egipto antes de enviar sus tropas para una invasión terrestre de la Franja de Gaza. "Estamos dando más tiempo, no ilimitado, pero más", afirmó el vocero de Netanyahu, Mark Regev. "En paralelo, continúan los preparativos para una ofensiva terrestre", señaló.

Los líderes del Estado judío sopesaban los beneficios y riesgos de enviar tanques e infantería al densamente poblado enclave costero dos meses antes de las elecciones israelíes, e indicaron que preferirían un camino diplomático respaldado por las potencias mundiales, incluidos EEUU, la Unión Europea y Rusia.

Netanyahu reunió a su gabinete de seguridad durante la noche para debatir la propuesta egipcia, pero no se llegó a una decisión definitiva. Esa propuesta no sólo incluye un cese el fuego de ambos bandos, sino también el fin del bloqueo de la Franja de Gaza por parte de Israel.

Cualquier solución diplomática puede pasar por Egipto, el otro vecino de Gaza y la nación árabe más grande, donde el derrocamiento de Hosni Mubarak y la elección de Mursi forman parte de unos cambios drásticos en Oriente Próximo, gestados a través de levantamientos y que afectan ahora al conflicto entre palestinos e israelíes.

El presidente de Egipto, cuyos Hermanos Musulmanes fueron mentores de los fundadores de Hamás, recibió una llamada de Obama el lunes en la que se le decía que el grupo debe frenar el lanzamiento de cohetes contra Israel respaldando la postura de Israel al lanzar la ofensiva la semana pasada. Obama, según fue citado por la Casa Blanca, lamentó también la muerte de civiles, que han sido predominantemente palestinos.

El mandatario egipcio advirtió a Netanyahu de las graves consecuencias que tendría una invasión por tierra del tipo que mató a más de 1.400 personas en Gaza hace cuatro años. Pero ha sido cauto de no molestar a Israel, con el que los ex gobernantes egipcios firmaron un tratado de paz en 1979, o a Washington, importante donante de ayuda a Egipto.

Mientras tanto, los bombardeos continúan y el número de muertos asciende a 120 según el Ministerio de Salud de Hamás en la Franja de Gaza, aproximadamente la mitad civiles. Además hay unos mil heridos, centenares en estado de gravedad.

Gaza, como siempre, está amenazada por dos tipos de muerte: Los misiles israelíes y la catástrofe humanitaria. Para el millón y medio de palestinos del campo de concentración la muerte llega del cielo, de la tierra y de las fronteras criminalmente cerradas por el bloqueo judío.

Israel, que ha tenido solo tres muertos desde el inicio de la nueva ofensiva,bombardeó más de 100 objetivos durante la noche del lunes, mientras que los grupos armados palestinos lanzaron unos 40 cohetes contra las ciudades israelíes del sur esta mañana.

La mitad de los 1,7 millones de habitantes en Gaza es población infantil, y el efecto que esta guerra entre Israel y Hamás puede tener sobre los más chiquitos es "devastador". Así lo denunció hoy la ONG Save The Children.

Según esta organización humanitaria, son cientos de miles los niños palestinos atrapados en sus casas en la Franja de Gaza, rehenes del conflicto, y donde enfrentan prolongados cortes de luz, desabastecimiento de agua y alimentos.

Save the Children, que reclama un urgente alto el fuego, detalló que al menos 25 escuelas, dos clínicas y un hospital fueron dañados tras los bombardeos de las fuerzas de defensa israelíes, en tanto que todas las escuelas de ambos lados de la frontera permanecen cerradas durante el conflicto.

Osama Damo, miembro del equipo de Save the Children en Gaza, sostuvo que estos "son momentos peligrosos y aterradores para los niños".

"La mayoría de las familias han quedado atrapadas en sus casas por días, sin poder abandonar sus hogares para acceder a alimentos básicos. Con tantos niños que ya sufren de malnutrición y anemia, el impacto en la salud de los menores es potencialmente devastador", subrayó.

Diez niños murieron en pocas horas a causa de las incursiones israelíes el domingo, a pesar del toque de queda autoimpuesto de una población, cuya única posibilidad es utilizar sus casas como barricada. La aviación de Israel sostiene que actúa en una manera "quirúrgica". Pero, las víctimas civiles son mayoría, y hay 27 niños asesinados, sostienen las organizaciones humanitarias.

La Franja es un cementerio ignorado por el resto del mundo (incluido los países árabes) y si las tropas judías ingresan nuevamente corren el riesgo de quedar sepultadas en él. Y el Estado judío y los líderes que lanzaron la nueva operación represiva fracasar no significa necesariamente la derrota militar o la baja de sus soldados, sino quedarse entrampados en la ratonera sin cumplir con sus objetivos de máxima: Destruir las lanzaderas de cohetes y misiles, apresar o matar a la cúpula de Hamás, y luego operar (unilateralmente o con EEUU un "cese el fuego" que le permita un retiro "honroso y victorioso del cementerio).

Lograda esa instancia (y como ya pasó en Líbano) el eje imperial USA-OTAN intentará nuevas "fórmulas diplomáticas" para aislar y "desarmar" a Hamás en el Consejo de Seguridad. Opciones siempre en danza: instalar una fuerza de seguridad internacional para "pacificar" la región, explotar la debilidad económica y militar de Hamás (cuya infraestructura administrativa es precaria) tentando a sus jefes con propuestas económicas a cambio del compromiso del desmantelamiento de las plataformas de lanzamientos de misiles.

Con un agregado: todas estas fórmulas ya fueron ensayadas sin éxito e tras la Operación Plomo Fundido de enero de 2009 que mató a 1.400 palestinos donde Israel evitó la condena por genocidio y crímenes de lesa humanidad gracias al veto de EEUU, Reino Unido y Francia en la ONU.