Enviaría cientos de agentes a diferentes países, según el Washington Post.
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Estados Unidos enviará a cientos de nuevos espías al extranjero en un esfuerzo por ampliar su red de inteligencia a través de la expansión de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, en inglés), adelantó el diario Washington Post.

El diario, que cita fuentes próximas al Gobierno estadounidense, señala que la decisión tomada por el Pentágono forma parte de la transformación de las agencias de defensa estadounidense con motivo de la reciente salida de Irak y la prevista conclusión de su presencia en Afganistán a finales de 2014.

Estos nuevos funcionarios de inteligencia de EE.UU. se enfocarán en las crecientes amenazas procedentes de otras partes del mundo como los grupos islamistas en África, las programas nucleares en Corea del Norte e Irán y la modernización militar en China, entre otras.

Aunque serán entrenados por la CIA, sus misiones serán asignadas directamente por el Departamento de Defensa, y se espera que asciendan a los 1.600 espías repartidos por todo el mundo.

No obstante, y al contrario que la CIA, no podrán llevar a cabo operaciones encubiertas en el extranjero y se limitará a la recogida de información. El proyecto ha sido coordinado por Michael G. Vickers, el principal encargado de inteligencia en el Pentágono.

Aunque todavía falta su puesta en marcha definitiva, las aspectos fundamentales de este nuevo contingente de espionaje fueron aceptados por el Secretario de Defensa y exdirector de la CIA, Leon E. Panetta, y el general retirado David H. Petraeus, quien renunció de forma sorpresiva el mes pasado por una relación extramarital con su biógrafa.

Según Washington Post, este incremento en la dotación de inteligencia y espionaje, sumada a la actual de la CIA, alcanzará una dimensión sin precedentes en la historia de la defensa de EE.UU.