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Más de 20 mil leyes se encuentran en vigencia hoy en Estados Unidos sobre la compra, posesión, transporte y uso de armas de fuego, en una nación donde casi 300 millones de estos medios letales pertenecen a inventarios privados.

Distintos reportes de prensa aluden a estas cifras cuando el debate nacional por el control de armas ha alcanzado su punto más alto, tras la masacre ocurrida el 14 de diciembre en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut donde fueron asesinadas 26 personas, de ellas 20 niños. Cada año unas 100 mil personas son heridas o muertas a balazos en este país, según el Centro Brady para el Control de Armas.

De acuerdo con esa institución, entre los 23 países del mundo con más población e ingresos más altos, el 80 por ciento de los homicidios por armas de fuego ocurrió en Estados Unidos.

Otras estadísticas indican que hasta finales de noviembre, el FBI había registrado más de 16 millones 808 mil trámites legales para comercializar armas, lo que supera en cerca de 350 mil las ventas en todo 2011.

Se estima además, que aquí hay más de 129 mil 817 armerías con licencia federal.

Solo el 28 de noviembre, fecha que marcó el comienzo de la temporada de compras de fin de año, el FBI recibió 97 mil 848 trámites de adquisición.

Hace pocos días el presidente Barack Obama encargó al vicepresidente, Joseph Biden, al frente de una comisión que deberá presentar en enero propuestas concretas para frenar la violencia generada por las armas.

Sin embargo, el poderoso lobby Asociación Nacional del Rifle (que dfiende el derecho consagrado en la Constitución a portar armas de fuego) lejos de exigir un control, propuso el viernes el despliegue de agentes blindados en escuelas para evitar nuevas masacres.

Las últimas tres víctimas de la matanza de Newtown, fueron inhumadas el sábado y pese a las matanzas que enlutan a las familias la comercialización de armas no cesa.

En total son cerca de 19 millones de artefactos vendidos solo en 2012, la cifra más elevada desde que el FBI empezó a hacer pública la estadística en 1998.

Entretanto, cálculos de la Fundación Nacional de Tiro Deportivo, sostienen que esta industria tuvo un impacto de 31 mil 800 millones de dólares en la economía estadounidense, superior a los 27 mil 800 millones del año precedente.