misiles balísticos
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Mientras se incrementan las tensiones entre Washington y Moscú debido a los planes expansionistas de la Casa Blanca, como la instalación del escudo antimisiles de EE.UU. en Europa, un alto cargo militar ruso ha revelado este miércoles, la decisión de reiniciar los proyectos de misiles balísticos de largo alcance camuflados en trenes.

En una entrevista con Ria Novosti, dicha fuente militar rusa ha señalado que "Los trabajos de investigación y desarrollo avanzan y podrán finalizar antes de 2020 con la creación de nuevos modelos experimentales, que serán incorporados a las Tropas de Misiles Estratégicos".

La antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), por primera vez en 1987 utilizó estos misiles balísticos y hasta 1991 el número de éstos llegó a 36 unidades.

Pero de acuerdo con el Tratado sobre la reducción de las armas estratégicas ofensivas (START) firmado en 1993, con EE.UU., tuvo que destruirlas por completo en 2005.

Pero según el nuevo tratado START firmado por Rusia y EE.UU en 2010, no hay impedimento alguno para desarrollar una nueva generación de estos misiles que a diferencia de los anteriores pesarán menos y cabrán en un vagón, explicó la referida fuente militar.

Estos sistemas poseían tres lanzaderas y doce misiles 'Molodets' (SS-24 Scalpel, según denominación de la OTAN), y eran los más grandes misiles estratégicos de la URSS, pesaban 104 toneladas, y por ser móviles y poder desplazarse en cualquier parte de este país en un corto tiempo, había preocupado a EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).