Vientos de fuerza huracanados, ocasionando al menos tres muertes, cerrando autopistas y dejando sin suministro eléctrico a miles de personas en Texas, Oklahoma y Kansas.
Los residentes de la parte central de ese país aún trataban de recuperarse de la fuerte nevada de la semana última, cuando llegaba una más.
El alcalde de Kansas, Sly James, declaró estado de Emergencia, una repetición no deseada apenas cinco días después de que una fuerte tormenta de nieve arrojó casi 30 centímetros de nieve sobre esa ciudad.
Los vuelos de llegada y salida en el Aeropuerto Internacional de Kansas fueron cancelados, mientras escuelas y oficinas de Gobierno en toda la región fueron cerradas.
La tormenta dejó sin electricidad a miles de casas en Texas y Oklahoma.
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