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El Cairo.- Los residentes en el delta del río Nilo miran angustiados al horizonte en espera de una invasión de langostas capaz de arrasar las siembras y complicar la crisis que atraviesa este país.

A diferencia de la leyenda bíblica, según la cual Moisés previno sin éxito al Faraón, esta vez las advertencias provienen de expertos que desde enero pasado han advertido de una nube de esos voraces e insaciables insectos que asolan Africa con terrible frecuencia.

La probable invasión proviene de Sudán y algunas avanzadas de langostas han sido detectadas en zonas del sureste egipcio colindantes con el Mar Rojo, según expertos de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La situación hasta ahora está en el nivel de amenaza, pero puede llegar a la categoría de peligro, aunque es inexacto que vayan a atacar a Egipto en el plazo de horas, precisó Rafaella Rucci, consejera del ente mundial.

Sea en horas, días o semanas, la perspectiva es sombría para este país, semiparalizado por una persistente crisis política, cuya economía adolece de un enorme déficit presupuestario y un descenso incurable de las reservas en divisas extranjeras.

Datos oficiales afirman que los fondos egipcio en monedas fuertes están en alrededor de 13 mil millones de dólares, insuficientes para costear tres meses de importaciones, una cota que se considera crítica.

El consuelo es que el Ministerio de Agricultura egipcio aplica medidas de prevención, entre ellas el desplazamiento de equipos de control en áreas afectadas, en paralelo con tareas de fumigación desde helicópteros sobre áreas no residenciales.

Con todo y las declaraciones tranquilizadoras, el tema es otra causa de inquietud para los egipcios con recuerdos frescos de la invasión de langostas de 2004 cuando el paso de una plaga por 15 de las 27 provincias del país destruyó el 38 por ciento de los cultivos, una posibilidad devastadora en las presentes circunstancias.