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© Antonio AretxabalaLa falla de Pamplona al oeste de la ciudad
Numerosas personas de Pamplona y su comarca se despertaron sobresaltadas tras sentir a las 03.57 horas de la madrugada del viernes al sábado un nuevo terremoto, de magnitud de 4,1 grados y con epicentro en Etxauri, según informa el Instituto Geográfico Nacional. Se trata del movimiento más potente registrado en lo que va de año en Navarra. El terremoto no ha producido daños personales ni materiales, ha informado el Gobierno de Navarra. Según datos del IGN, el viernes se produjeron 9 terremotos en la Comunidad foral, el más intenso también con epicentro en Etxauri, de 2,7.

El Instituto Geográfico Nacional registra en su página web encuestas de más de 80 ciudadanos que han declarado sentir en sus hogares el temblor de madrugada. Según estas encuestas, la población donde más se ha sentido ha sido Barañáin (intensidad IV), Artica (III), Pamplona (III), Zizur Mayor (III), Ansoáin (II), Villava (II) y Sarriguren (II). Cabe destacar que se han superado ya los 200 movimientos sísmicos este año.

Además, durante la madrugada se han registrado varios temblores de menor intensidad. El mayor ha tenido su epicentro también en Etxauri y ha sido de 2,7 grados, además de otros menores de 1,5 en Beriáin, 1,9 en Belascoáin y 1,6 en Ciriza.

Estos seísmos se unen al que con magnitud 3,7 grados y con epicentro en Ciriza hizo temblar a toda Pamplona y su cuenca a las 15.31 horas del pasado jueves. Este temblor no causó ningún tipo de daño ni material ni personal.

La sucesión de terremotos en Navarra en las últimas semanas en la zona de la Sierra del Perdón, en las inmediaciones de Pamplona, ha sido objeto de debate entre especialistas en sismología, que han apuntado diversas hipótesis sobre la frecuencia con la que se están produciendo los movimientos sísmicos.

Así, los expertos han relacionado estos temblores con las fuertes lluvias caídas en la zona durante las últimas semanas o con el posible hundimiento de galerías de antiguas minas de potasa, aunque no se ha llegado a ninguna conclusión definitiva

El geólogo Antonio Aretxabala ha afirmado que "no hay que descartar" la posibilidad de que en los próximos días se produzcan nuevos terremotos.

El profesor de la Universidad de Navarra ha señalado que se están cumpliendo las previsiones tras el terremoto de Ciriza, tras el que se esperaba que "probablemente" se produjera "un aumento de la actividad sísmica".

El experto ha indicado que "no hay que descartar que probablemente se produzcan nuevos terremotos de mayor intensidad" a los que han tenido lugar en estos días y ha recordado que en 1998 Lizarraga registró un seísmo de 5,2 grados en la escala Ritcher.

Aretxabala ha explicado que los terremotos que hubo en días anteriores en la zona de la sierra de El Perdón, y que fueron producidos por las lluvias, "desataron un enjambre que tocó zonas más amplias y llegó a la falla de Pamplona". Por ello, ha señalado que "es probable que la situación se mantenga igual en los próximos días".

Aretxabala explica en su blog que "la fuente, o las fuentes, sismogenéticas que actúan en la zona no son aún bien comprendidas, no hay estudios dedicados al respecto, y ello a pesar de haber generado terremotos destacables. Menos aún se han considerado las condiciones climáticas a la hora de abarcarlos, a pesar de que con la crisis del Perdón el IGN reconozca al agua como detonante de hidrosismicidad, siguen manteniéndose reservas a todas aquellas explicaciones que no se restrinjan únicamente al juego de fallas y a la acumulación de esfuerzos".

Existen los precedentes históricos de 1982 con terremotos entre 4,5 y 5 en la zona del Perdón conectados con la zona de Etxauri, destaca el terremoto de Lizarraga de 1998 5,2 mbLg. Deberían suponer el considerar desde hace años a la Cuenca de Pamplona (350.000 habitantes) como una zona especial de riesgo sísmico.

"Sin duda, y al igual que han hecho los expertos franceses, tenemos que destacar por su relevancia este terremoto del 27 de octubre de 1998 de magnitud 5,2 mbLg e intensidad VI al SE de Lizarraga, conectado con los que ahora están en activo, tuvo la ventaja de desencadenarse en una zona ampliamente despoblada, moderadamente lejos de Arbizu, Huarte o Echarri, a unos 40 km de Pamplona, fue sentido especialmente en la capital navarra y en prácticamente toda Navarra, llegó hasta Vizcaya, Guipúzcoa y sur de Francia".

Este terremoto tuvo un impacto social remarcable, tanto en medios de comunicación habituales como técnicos, incluso sirvió de referencia en 2003 para la confección del "Dossier Départemental des Risques Majeurs Cellule d'Analyse du Risque et de l'Information Préventive de la PRÉFECTURE DES PYRÉNÉES-ATLANTIQUES de la République Française" al incluirlo en los terremotos que pueden impactar en territorio francés.

Es además el segundo de los terremotos que más se destacan entre los círculos de expertos, cuando se habla de la sismicidad ibérica y en especial pirenaica, primero por su magnitud, y segundo, porque como hemos visto, la moderada lejanía a zonas urbanas le otorgó una intensidad moderada (VI) para la cantidad de energía liberada (5,2 mbLg)

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