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La relación de víctimas fatales del terremoto que asoló hoy la ciudad meridional iraní de Kaki se elevó a 30 en las últimas horas, refieren partes de fuentes oficiales, que añaden unos 800 heridos.

El movimiento telúrico, de 6,1 grados en la escala abierta de Richter, según el Instituto de Sismología de la Universidad de Teherán, ocurrió a las 16:22 hora local, y tuvo siete remezones, una de ellas superior a los cuatro grados, precisaron expertos.

La magnitud del seísmo fue tal que fue percibido en lugares tan distantes como los estados árabes de Kuwait, Catar, Bahrein y Dubai, ribereños del Golfo Pérsico.

Grupos de socorristas voluntarios y de la Media Luna Roja iraní partieron de urgencia hacia la zona, colindante con el Golfo Pérsico, para emprender las labores de rescate y auxilio a los damnificados, cuyo número total es probable que aumente.

La evaluación de los daños materiales aún no ha sido emprendida.

El epicentro del fenómeno telúrico fue localizado a 12 kilómetros de profundidad y a unos 160 kilómetros de distancia de la central nuclear de Bushehr, la cual no ha sufrido daños en su estructura ni funcionamiento, acorde con portavoces de la empresa fabricante, de nacionalidad rusa.