Arqueólogos han confirmado el descubrimiento de dos sepulcros medievales del siglo VI en plena ciudad de Yangzhou, en el este de China. Uno de ellos podría pertenecer al emperador Yang Guang de la dinastía Sui.
Emperador chino
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Las tumbas de ladrillo fueron descubiertas accidentalmente durante unas obras de construcción. Los científicos lograron suspender los trabajos y empezar las excavaciones arqueológicas. Como resultado, han hallado dos tumbas y un pasillo de 8,2 metros de largo y cinco metros de ancho. Cada sepulcro tiene una superficie de unos 30 metros cuadrados, informa la agencia Xinhua, citando la Oficina Municipal de Reliquias Culturales de Yangzhou.

Adorno de Jade
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El problema es la ausencia total de huesos y objetos funerarios. Solamente una estela de piedra hace referencia con un epitafio a Yang Guang.

Además, los arqueólogos han descubierto adornos de jade, signos tradicionales de los funcionarios medievales chinos, junto con monedas antiguas y restos de objetos de cobre. A pesar de que el número de pruebas arqueológicas es modesto, su valor histórico es altísimo, subrayan los científicos.

El emperador Yang Guang gobernó desde 604 hasta 617 y completó grandes proyectos de ingeniería, en particular, la construcción del Gran Canal, donde trabajaron dos millones de obreros. También el gobernante tuvo un papel decisivo en la reconstrucción de la Gran Muralla de China, donde murieron 6 millones de personas. Durante el reinado de Yang Guang, ocho millones de chinos trabajaron en la construcción de palacios, carreteras, equipos de asedio y barcos.

La construcción excesiva y las derrotas militares del emperador provocaron un levantamiento popular en el norte de China. Yang Guang trató de escapar hacia el sur, pero fue estrangulado por un general. La dinastía Sui dejó de existir con él en el año 618.

En la literatura china, este emperador está retratado como uno de los mayores déspotas de la historia del país.