A Calahorra le ha sorprendido el pedrisco del tamaño de una nuez. La tormenta ya se había sentido en otras zonas de La Rioja antes, alrededor de las 16 horas, había avisado en San Asensio, pero otros, como Logroño, se han librado.
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Existía el riesgo y las previsiones se han cumplido. Durante 20 minutos el municipio vio como el cielo descargaba y la tormenta hizo de las suyas.

Empezó sobre las seis y media de la tarde y no paró hasta casi las siete dejando tras de sí coches con desperfectos, persianas y mobiliario urbano. En el campo los daños pueden ser importantes aunque hasta este sábado por la mañana no se podrán cuantificar.

La suerte corrió diversa por los diferentes municipios de La Rioja Baja. Si en Rincón de Soto y Aldeanueva de Ebro la piedra también hizo su aparición, en Autol, Quel y Pradejón ni siquiera cayó una sola gota de agua.