Comentario: Rescatamos este artículo publicado hace 4 años con motivo de la muerte del senador republicano estadounidense John McCain.
El pasado viernes 5 de diciembre, el senador estadounidense, John McCain (conocido por tener amigos poco convencionales como los terroristas del Estado Islámico, y por financiar organizaciones que incentivan las llamadas revoluciones de colores en el mundo; además de sufrir de una fobia un poco anticuada, la rusofobia), exigió a las autoridades de su país a suministrar más armamento y equipos militares al Ejército de Ucrania para combatir a los "prorrusos".
Su declaración como argumento para tal exigencia fue: "Es una vergüenza y deshonor para Estados Unidos que no les hayamos dado armas [a los ucranianos] para que se defiendan" y "Washington es responsable de la muerte de más de 400 hombres valientes que dieron su vida", según lo publicó la agencia rusa de noticias, Sputnik
Estas declaraciones son ejemplos claros de dos características muy típicas de los psicópatas o individuos con una personalidad ezquizoide. Por un lado, lo que el psicólogo Lobaczewski llama paramoralismo, en su excelente libro La Ponerología Política, y, por otro lado, la exagerada grandiosidad que estas personas se atribuyen a sí mismas como lo describen varios autores que hablan sobre la Psicopatía.
Empecemos por definir los paramoralismos:
Un paramoralismo es un dispositivo lingüístico de persuasión. Se trata de un argumento o razonamiento que se lanza con el fin de dar la impresión de que es impulsado por las preocupaciones éticas, aún bajo el escrutinio de que no puede demostrarse completamente como tal y es, de hecho, impulsado por el interés propio o por la adhesión a un sistema de reglas en que los asuntos de conciencia no son considerados. Un ejemplo de uso general sería: ruptura del "espíritu de la ley", con el fin de adherirse a la "letra de la ley". [Parábola del buen samaritano]McCain apela al "honor" de Estados Unidos y a la "defensa" de Kiev como justificación de su propio interés belicista, siendo que la desproporción de la masacre perpetrada por el ejército de Kiev (plagado de mercenarios extranjeros contratados) contra el pueblo del este de Ucrania es clara. Además, no es Kiev la que está siendo atacada o "invadida" por el pueblo de Donbás, es el ejército el que fue al Este en una supuesta operación "antiterrorista" a hacer básicamente dos cosas: someter a quienes no reconocieron al nuevo gobierno neonazi instalado luego del golpe de Estado orquestado por Washington; y masacrar a la población rusa de Ucrania (ya que muchos de los nuevos componentes de ese gobierno son abiertamente antirrusos e hicieron llamamientos públicos a matar a los rusos).
Un paramoralismo es un fenómeno psicológico contagioso: la persona en el extremo receptor es vulnerable a atribuir erróneamente un principio o motivación (con el que fácilmente se identifica) el argumento dado, y de ese modo se identifica erróneamente con este viciado argumento. De este modo, un individuo bien intencionado puede ser engañado involuntariamente en apoyar una causa o propagar una ideología con la que su propia conciencia no está de acuerdo.
El uso generalizado de paramoralismos en la sociedad es un rasgo definitorio de una patocracia.
Incluso los números mencionados por el senador muestran claramente la desproporción de las víctimas y quiénes son los que se están defendiendo realmente. McCain habla de 400 hombres muertos en el ejército ucraniano y los datos de la ONU hablan de cerca de 4000 muertos desde el inicio de la crisis y, considerando que la ONU tiende a ser bastante parcial en los conflictos mundiales, podemos considerar que el número es aún más horrendo. Esto quiere decir que los soldados de Ucrania representan un 10% de las muertes en el conflicto y el resto son, en su mayoría, civiles del este de Ucrania considerados terroristas por llevar a cabo elecciones democráticas en las que decidieron ser independientes.
El uso de la fuerza desproporcionada también se ve en las denuncias que se hicieron de la utilización de bombas de racimo, la tortura y el bombardeo a escuelas y posiciones civiles. Sin embargo, para McCain, esto es solamente auto-defensa (contra niños y civiles) y se necesitan refuerzos para poder continuar el exterminio.
Otra característica de la psicopatía es la megalomanía o la grandiosidad que se atribuyen (algo que no es raro en los políticos de Estados Unidos y de lo cual el "excepcionalismo americano" es un claro ejemplo). Esto los lleva a tener una autoestima exagerada y que se crean superiores a los demás, por ende, pueden estar fuera de la ley que es aplicada al resto de las personas (excepcionalismo) o que se crean semidioses o policías del mundo que deben ir a "salvar" a los demás, de algún enemigo que ellos mismos inventan en sus mentes paranoicas.
Según Robert Hare, Doctor en Psicología y Profesor de la Universitiy of British Columbia en Canadá, no todos los psicópatas son asesinos seriales como los que vemos en la televisión, sino que son personas aparentemente normales que se mueven principalmente en las esferas políticas y en los negocios, sus formas de hacer daño son sutiles, sin embargo, los daños que pueden causar estando en posiciones de poder, como es el caso de los políticos, son de importancia global, ya que afectan a todo el mundo.
Habiendo dicho esto, debemos realmente plantearnos la importancia de que hayan personas como el senador McCain en posiciones tan altas que le permiten tener mucha influencia en los acontecimientos del mundo y cuyas decisiones pueden llevar a la muerte de miles de personas.
En el pasado, hemos visto como las decisiones de individuos con estas características han llevado a la muerte de millones de personas. Durante la segunda guerra mundial contamos 65 millones de personas, como un ejemplo, mientras en Japón, por acción de dos bombas atómicas que eran consideradas innecesarias por los mismos líderes que ordenaron su detonación (ya que los japoneses habían puesto de manifiesto su deseo de terminar la guerra bastante tiempo antes), las víctimas fueron de alrededor de 400.000 o 500.000, de ellas, 200.000 o 250.000 mortales. Estos son solamente algunos ejemplos, porque millones más han muerto y siguen muriendo debido a sus decisiones. Para tener una noción de lo que pueden causar las decisiones de líderes incompetentes e inescrupulosos como éstos, recomiendo ver la serie "La historia no contada de Estados Unidos", por Oliver Stone.
Sarah Abdallah: John McCain promovió fuertemente las mentiras que llevaron a la guerra de Irak. Defendió el bombardeo de Libia por parte de la OTAN. Él apoyó y armó a los yihadistas que destruyeron Siria. Participó en la instauración de los neonazis en Ucrania y apoyó el genocidio de Arabia Saudí en Yemen. No fue un héroe.El punto es que, si empezamos a examinar la psicopatía de muchos de los líderes que hoy ocupan los asientos del poder global, encontramos una imagen que no es placentera, cierto, pero esta visión nos permite entender mejor el gran declive de toda nuestra sociedad a nivel global.
Anna Salter, psicóloga clínica con un doctorado de la Universidad de Harvard, autora del libro muy vendido, Predators: Pedophiles, Rapists, and Other Sex Offenders, Who They Are, How They Operate, and How We Can Protect Ourselves and Our Children [Depredadores: pedófilos, violadores y otros delincuentes sexuales, quiénes son, cómo operan, y cómo podemos protegernos a nosotros mismos y a nuestros hijos], en su entrevista con SOTT Talk Radio, explica que los psicópatas realmente no tienen aptitudes para liderar, ya que, en cualquier empresa los líderes deben ser capaces de pensar en qué es lo mejor para la empresa, incluyendo a sus funcionarios, sin embargo, el egoísmo inherente de estos individuos, les hace pensar únicamente en beneficios personales, haciendo que tarde o temprano empiecen a surgir problemas asociados a la mala administración.
Y la incapacidad de los psicópatas de hacer una auto-evaluación objetiva que no esté cargada de narcisismo los lleva a adoptar medidas que supriman esos problemas haciendo que las cosas empeoren; como por ejemplo, menos libertades para los funcionarios (más control), supresión de la capacidad crítica y de la innovación, la promoción de una visión mecanicista y jerárquica en la que uno solamente es una tuerca en el engranaje que simplemente sigue protocolos estandarizados que son impuestos desde "arriba", etc.
Extrapolando esto a la sociedad actual, podemos ver exactamente las mismas cosas en todos los ámbitos de la sociedad ¿no les parece? Piensen en la educación que suprime la creatividad y el pensamiento divergente de los niños para convertirlos en casi autómatas capaces de seguir órdenes y patrones establecidos. Piensen en la ciencia que ofrece una visión materialista y mecanicista de la realidad y nosotros mismos. Piensen en el aumento del control por parte de las "fuerzas del orden", en el que estamos siendo vigilados con cámaras, espiados por Internet y en el cual se promueve una "moralidad" que dicta que "si uno no tiene nada que esconder, entonces es inocente", es decir, la privacidad es vista como crimen. Es como si nuestros gobiernos fueran corporaciones gigantescas compitiendo entre sí por los recursos y las ganancias, mientras nosotros solamente somos las tuercas del engranaje que tienen que ser mantenidas en un estado de automatismo y adormecimiento de la conciencia, así seguimos haciendo que la máquina funcione y ellos siguen llevándola a la inevitable "bancarrota" de nuestra civilización.
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