República Checa: el zapato que predice casamientos
Las mujeres checas predicen durante la Navidad si se casarán durante el próximo año o no. Para ello, se ponen de espaldas a la puerta de casa y lanzan un zapato por encima de sus hombros. Si el zapato aterriza con el tacón apuntando a la puerta, la mujer seguirá soltera un año más; si lo hace con la punta mirando a la puerta, ¡bodorrio a la vista!
Ucrania: telas de araña en el árbol
En Ucrania, los árboles de navidad tienen un aspecto bastante más distinto al que conocemos. Se adornan con telas de araña, símbolos de buena suerte. Según la leyenda, había una vez una viuda pobre que vivía con sus hijos en una chabola. Eran tan pobres que en navidades solo podían permitirse un pequeño árbol, pero no su decoración. Sin embargo, durante una noche de Nochebuena, las arañas tejieron sus telas alrededor del árbol y cuando los rayos del sol de la mañana de Navidad lo iluminaron, la tela de araña se volvió de oro y plata y la familia dejó de ser pobre.
Japón: KFC para todos
Mientras nosotros asociamos la navidad a mazapán y turrón, para los japoneses Navidad es sinónimo de KFC . Por insólito que pueda parecer, desde hace cuatro décadas en Japón se celebra la Navidad comiendo el pollo el frito del Coronel Sanders. Y todo gracias a una campaña de marketing que KFC lanzó en 1974. A pesar de que solo un 1% de los japoneses celebra el nacimiento de Jesús, el 25 de diciembre los establecimientos KFC se llenan de clientes que siguen esta curiosa tradición transmitida de padres a hijos.
Gales: el ritual de Mari Lwyd
En algunos pueblos de las zonas rurales de Gales, el día de Navidad se celebra el ritual de Mari Lwyd. Se trata de un peculiar desfile encabezado por alguien del pueblo que cada año es elegido para portar la calavera de una yegua amarrada a un palo y de la que cuelga una sábana blanca para esconder el palo y a la persona que lo lleva. En ocasiones, la mandíbula de la calavera tiene muelles para hacer chasquidos cuando la gente pasa por al lado.
Cataluña: el Caganer
Y como no podía ser menos, en esta lista no puede faltar el entrañable caganer de los belenes catalanes, la figura favorita de los niños más traviesos. Se trata de una figura que representa a un hombre con los pantalones bajados y en posición de hacer de vientre. Su origen se remonta a finales del siglo XVII y principios del XVIII, y no está muy claro lo que simboliza, aunque la versión más extendida apunta a que es un símbolo de prosperidad y buena suerte para el año venidero, pues es el hombre defecando es el encargado de fertilizar la tierra.
Guatemala: La Quema del Diablo
Desde hace varios siglos, una de las tradiciones navideñas de los guatemaltecos consiste en la Quema del Diablo, que se celebra el 7 de diciembre a las 18:00. La gente saca todos los objetos viejos de casa, símbolo de maldad, y los amontonan en una pila coronada por una figura o escultura que representa al diablo, para prenderle fuego. Tras la quema, es muy importante barrer la casa con una escoba de paja y bañarla en agua bendita para asegurar la bajada del diablo a los infiernos.
Islandia: Trece días de regalos en los zapatos
Los yules o jólasveinarnir son personajes del folclore islandés que viven en las montañas. Durante los trece días previos a Navidad, los niños islandeses colocan cada noche un zapato en el alfeizar de la ventana, ligeramente abierta, para que estos seres les dejen obsequios (cada día un yule distinto). Si han sido buenos, se los llenarán de regalos y caramelos, y si han sido malos, solo recibirán una patata.
Eslovaquia y Ucrania
En algunas zonas de Eslovaquia y Ucrania tienen una extraña costumbre navideña: Al comienzo de la cena de Nochebuena, el cabeza de familia o miembro masculino de más edad sentado a cenar lanza una cucharada de loksa -un plato típico navideño que consiste en una especie de pan con semillas de amapola- al techo. Se cree que cuanta más cantidad del alimento quede adherido al techo, más abundantes serán las cosechas del año siguiente.
Caracas: Patinando a misa
Ni los villancicos ni la decoración navideña, si hay algo que nos hace saber que la navidad ha llegado a la capital venezolana son los patinadores. ¿La típica estampa de gente abrigada patinando sobre un lago helado? Para nada, porque en Venezuela la Navidad llega en pleno verano. Se trata de la peculiar tradición de asistir a misa en patines la mañana de Nochebuena. Incluso las carreteras de la ciudad permanecen cortadas para que los caraqueños puedan patinar hasta su iglesia sin correr peligro.
Nueva Zelanda: Pohutukawa navideño
En lugar del típico abeto navideño, en Nueva Zelanda es muy común ver árboles pohutukawa decorados para la ocasión. Y es que es durante el mes de Diciembre cuando este árbol autóctono está en su mayor esplendor, cubierto de grandes flores de un rojo muy vivo. Es más, al pohutukawa también se le llama el árbol de Navidad neozelandés.
Publicado inicialmente en Cooking Ideas. Fuentes: Telegraph, Huffington Post, Fox News.
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