Un cachorro de león y otro de perro jugando. Un elefantito correteando junto a una oveja. Un castor descansando sobre una tortuga. Un perro nadando con un delfín. Este vídeo promocional de Android lleva más de diez millones de reproducciones y es el último ejemplo de lo mucho que gustan los vídeos, fotos y tablones de Pinterest que reflejan la amistad entre especies.
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Hay más: la cuenta de Tumblr Fuck Yeah Interspecies Friendships recopila fotos y gifs similares desde agosto de 2010, y una búsqueda en Google de "unlikely animal friendship" (amistad entre animales no convencionales) nos da 1,95 millones de resultados. Tampoco podemos olvidar a Budwdeiser, que lleva dos años seguidos anunciándose en la Superbowl con un spot que muestra escenas muy tiernas protagonizadas por un caballo y un labrador.

Algo más que vídeos bonitos

Un artículo de The New York Times recuerda que estos vídeos han llamado la atención de algunos científicos, que creen que invitan a "un estudio más sistemático" de las relaciones entre especies de animales, ya que nos podrían dar pistas acerca de cómo se comunican, qué es lo que lleva a algunas especies a buscar contacto con otras e incluso hasta qué punto algunos animales pueden adoptar el comportamiento de otros. Recordemos, por ejemplo, el vídeo de la oveja que se ha criado entre perros y que lleva más de tres millones de reproducciones en apenas una semana.


El diario estadoundense apunta que muchas investigaciones están erosionando las fronteras entre el hombre y otros animales, que "comparten habilidades que se consideraban hasta ahora propias de los humanos, incluyendo las emociones, el uso de herramientas, contar, ciertos aspectos del lenguaje e incluso un sentido de la moral".

No lo llames amistad cuando quieres decir "relaciones afiliativas"

Agustín López Goya, director de biología del Zoo Aquarium de Madrid, recuerda a Verne que es peligroso usar el término amistad porque supone "atribuir sentimientos humanos a otras especies", y es más correcto hablar de "relaciones afiliativas". Es decir, son comportamientos que nos recuerdan a la amistad, pero que o bien son diferentes o bien no sabemos lo suficiente de ellos, por lo que no deberíamos inferir actitudes humanas.

Los vídeos también tienen el problema de que algunas de estas imágenes podrían estar sacadas de contexto. Por ejemplo, en el ya citado artículo de The New York Times se apunta que este vídeo de una leona tumbada junto a una cría de antílope no muestra tanto amor como parece: "La leona estaría probablemente jugando con su presa antes de matarla".


Los beneficios de la convivencia entre especies

De lo que no cabe duda es de que los animales en muchas ocasiones pueden (y deben) convivir. En el propio Zoo de Madrid se sigue la tendencia de crear "exhibiciones mixtas", con animales de diferentes especies. López Goya pone como ejemplo a los orangutanes, que conviven con los gibones de manos blancas. Estos monos más pequeños juegan con las crías de los orangutanes y de vez en cuando incluso "incordian al macho", a pesar del mayor respeto que muestran por él. Y en la pradera americana del zoo, hay un oso hormiguero que acaricia con su hocico a un tapir cuando le ve bocarriba. Esto enriquece la vida de los animales, "siempre que sean especies compatibles entre sí".

La empatía en los animales

Este tipo de comportamientos también son una muestra de la empatía que sienten los animales, "sobre todo las especies más inteligentes -apunta López Goya-, como primates y mamíferos marinos". Un ejemplo clásico de este comportamiento es cuando una hembra amamanta a otras crías.

La empatía muy documentada entre miembros de la misma especie: en Aeon, Mark Rowland recuerda que hay cada vez más científicos que apuntan que los animales son capaces al menos "de un comportamiento protomoral". Y recuerda algunos experimentos al respecto, como uno de 1959 en el que unas ratas dejaban de apretar una palanca que les daba comida cuando esto provocaba un shock eléctrico en otras.

En cuanto a la empatía hacia animales de otras especies, "hay casos de delfines que han ayudado a los humanos a escapar de tiburones y elefantes que han auxiliado a antílopes a salir de sitios en los que estaban atrapados", explica el profesor Marc Berkoff, de la Universidad de Colorado, en una entrevista concedida al Telegraph a raíz de la publicación de su libro Wild Justice.

Otro ejemplo: los mamíferos también responden al llanto de la cría de otro animal, como mostró este estudio con ciervos canadienses, que acudieron al oír grabaciones de cómo lloraban crías de foca, de marmotas, de gatos, de murciélagos y, también, de bebés humanos. Este comportamiento ya estaba documentado en perros con bebés, pero no se sabía si era por familiaridad entre perros y personas, o por afinidad entre mamíferos.


Precauciones en casa

Eso sí, no es necesariamente buena idea llevar a casa un elefante adulto para que juegue con tu gatito. "Recomendamos que la especie animal que se tenga en casa sea domesticada", explica López Goya, crítico con la moda de tener animales salvajes en casa, que "necesitan el cuidado de profesionales". Pero sí ve positivo que los animales puedan interactuar en casa con otros, "sobre todo en el caso de los perros, que son animales muy sociales y lo peor es tenerlos solos muchas horas". Estos animales domésticos "ya están acostumbrados a convivir con las personas y pueden acabar interactuando con otras especies".

Hay que tener cuidado, claro. En Canadian Living añaden que estos casos funcionan mejor si los animales se conocen de jóvenes, sobre todo en el caso de que uno de ellos sea una presa potencial del otro, como sucede con esta rata y este gato.


También hay que mostrar precauciones con los perros y los pájaros. Se llevan bien, pero mejor que el perro sea pequeño y el pájaro grande. Además, la saliva y la mucosidad del perro pueden perjudicar la salud de las aves, al igual que puede pasar con los gatos (que obviamente, también podrían llegar a comerse al pajarito). Es más fácil en el caso de gatos y conejos: "El conejo suele pensar que el gato es otro conejo".


Aún no sabemos a ciencia cierta cómo viven los animales la empatía y la amistad, pero estos vídeos ayudan a mostrar que los animales "tienen personalidad, mente y sentimientos", como explicó Jane Goodall en una entrevista que tradujo Verne. Es decir, como mínimo sí aumentan la empatía de las personas hacia el resto de animales.