El presidente de Francia, François Hollande, pidió hoy que el Consejo Constitucional examine la nueva ley, ya aprobada por el Parlamento, que amplía las competencias de los servicios de inteligencia en materia de vigilancia.
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"El presidente ha pedido al Consejo Constitucional que analice el marco general de la aplicación y el control de las técnicas de inteligencia previstas por la ley, así como las condiciones en que se autoriza recurrir a las nuevas técnicas", recoge el comunicado del Elíseo.

Una vez entre en vigor la normativa, los servicios de inteligencia franceses podrán tener acceso en tiempo real a datos de cualquier usuario nacional como el contenido de su correo electrónico o la ubicación geográfica de teléfonos móviles sin la autorización de un tribunal.

La nota de la Presidencia indica que al examinar la ley se originó un debate sobre si las disposiciones que contiene "aseguran un equilibrio suficiente entre la preservación de los intereses fundamentales de la nación y la protección de los derechos garantizados por la Constitución, en particular el respeto a la privacidad".

Los activistas de la organización francesa La Quadrature du Net rechazan la normativa.

"Supone el principio de una vigilancia masiva y generalizada que se debe cuestionar", manifestaron a través de un comunicado, en el califican a la ley de "perversa".

El Parlamento francés aprobó la nueva ley el miércoles, justamente después de que WikiLeaks revelara que la NSA interceptaba comunicaciones de una serie de altos representantes de Francia, incluyendo al actual presidente Hollande, así como a sus predecesores, Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac.