
El montón hizo temblar a los bostonianos hasta llegado el verano, pero no por la temperatura, sino porque contenía más de 80 toneladas de basura y se convertía en una repulsiva montaña de basura conforme se derretía la nieve. Las autoridades señalaron que dos de las ventiscas golpearon después de que los vecinos sacaran la basura, y las topadoras de nieve se llevaron los desperdicios junto con la nieve.
El persistente montón llevó a Walsh a organizar un concurso para pronosticar cuándo se derretiría. El alcalde anunciará los ganadores el miércoles.
En pleno verano y con temperaturas rozando los 90 grados Fahrenheit (32 grados centígrados), el espectacular invierno parece una antigua pesadilla a muchos vecinos de Boston. Otros especulaban —y no con alegría— que el gran montón podría aguantar hasta el feriado del Día del Trabajo, que se celebra el 7 de septiembre.
El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, reflejó el martes la opinión general sobre la noticia, al decir en Twitter: "¡Nuestra pesadilla ha acabado oficialmente!".
Comentario: Muy significativo, teniendo en cuenta que estamos a mitad de julio y que el calor está azotando fuerte a EE.UU. Vea también: