Esta no es la primera vez que los investigadores han relacionado a la diabetes con la enfermedad de Alzheimer. De hecho, a principios de 2005, la enfermedad de Alzheimer se denominó tentativamente "diabetes tipo 3", cuando los investigadores se dieron cuenta de que el páncreas no es el único órgano que produce la insulina.

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Su cerebro también produce insulina, y la insulina es necesaria para la supervivencia de las células cerebrales. Pero curiosamente, a pesar de que los bajos niveles de insulina en su cuerpo están asociados con mejorar la salud, cuando nos referimos a la insulina cerebral, al parecer es todo lo contrario.

Una menor producción de insulina en el cerebro contribuye a la degeneración de las células cerebrales, y los estudios han descubierto que a menudo las personas con niveles más bajos de receptores de insulina e insulina cerebral, padecen Alzheimer.

Asimismo, un estudio realizado en el 2004 reveló que las personas con diabetes tienen un riesgo 65 % mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Nueva Evidencia Fortalece la Relación Entre la Diabetes y la Enfermedad de Alzheimer

De acuerdo con este reciente estudio japonés, la resistencia a la insulina y/o diabetes parecen acelerar el desarrollo de la placa en el cerebro, que es una característica del Alzheimer.

Este estudio, el cual tuvo un periodo muy largo de observación, refuerza aún más el vínculo entre estas dos enfermedades, tan diferentes como podrían parecer en caso contrario.

Las previas investigaciones ya han encontrado una fuerte correlación entre el índice de masa corporal (BMI, por sus siglas en inglés) y los altos niveles de beta-amiloide, la proteína que tiende a acumularse en los cerebros de los pacientes con Alzheimer, que causa la acumulación de placa.

Se cree que la beta-amiloide destruye las células nerviosas, lo que contribuye a los problemas cognitivos y conductuales, típicos de la enfermedad.

En este estudio, el cual monitoreo a 135 personas, de 10 a 15 años, el 16 % de ellos desarrolló la enfermedad de Alzheimer antes de morir, y la autopsia mostró que todos tenían placa en sus cerebros.

Sin embargo, el 72 % de las personas con resistencia a la insulina también tenía placa, asimismo el 62 % que no tenía resistencia a la insulina, aun así, tuvo niveles muy altos de azúcar en la sangre.

Los autores creen que la resistencia a la insulina acelera el desarrollo de la placa, por lo tanto, acelera y aumenta su riesgo de desarrollar Alzheimer, conforme envejece.

Los Factores Genéticos Pueden Aumentar o Disminuir Su Riesgo

También, los factores genéticos podrían desempeñar un papel en, si la diabetes aumentará dramáticamente o no el riesgo de demencia.

Un informe realizado en el 2003 acerca de la investigación disponible en ese momento afirmó que el número de personas con la enfermedad de Alzheimer y diabetes podría haberse subestimado, simplemente porque las personas con sospecha de demencia vascular usualmente fueron excluidas de los diagnósticos de Alzheimer.

El autor afirmó:
"Cuando son incluidas las personas con enfermedad cerebrovascular, la diabetes es asociada con un mayor riesgo de Alzheimer. Los estudios que han examinado la glucorregulación periférica en la enfermedad de Alzheimer no son consistentes, pero algunos muestran pequeñas a moderadas alteraciones en la sensibilidad a la insulina.
Un reciente estudio sugiere que las personas que padecen tanto diabetes como un alelo ApoE4, tienen el doble de riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que las personas con un alelo ApoE4 sin diabetes.
Aunque la diabetes no produce ninguna de las patologías cerebrales usuales relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, un estudio ha demostrado que la diabetes aumenta dramáticamente los depósitos de amiloide y los ovillos neurofibrilares en las personas con el genotipo ApoE4.
En conjunto, los datos disponibles sugieren que la diabetes probablemente sea un factor de riesgo para la enfermedad deAlzheimer principalmente a través de las enfermedades cerebrovasculares que causan la diabetes. En las personas que presentan otros factores de riesgo como ApoE4 alelo, la diabetes parece causar una patología más dramática de la enfermedad de Alzheimer".
El gen APOE ε4 es conocido por influir en muchas enfermedades neurológicas, y se considera un factor de alto riesgo para la enfermedad de Alzheimer. Por lo que, en pocas palabras, si tiene este gen en particular, Y padece de resistencia a la insulina o diabetes, puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Este es otro ejemplo acerca de cómo se pueden superar las predisposiciones genéticas a través de opciones de estilo de vida. Porque si tiene este factor de riesgo genético para la demencia, pero mantiene un estilo de vida que le impida convertirse en diabético, se reduce significativamente su factor de riesgo genético.

Los Cuatro Principales Culpables Causantes de Alzheimer

De acuerdo con la Universidad de Michigan,5 la demencia afecta a aproximadamente el 50 % de las personas que llegan a la edad de 85 años. De ellos, alrededor del 60 % llegan a desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Hasta el momento, la resistencia a la insulina es el culpable principal de los factores conocidos que contribuyen a la demencia, pero hay algunos otros factores que también pueden causar o aumentar el daño neurológico que ocasiona la enfermedad de Alzheimer, tales como:

1.Insuficiencia de grasas omega-3

2.Toxicidad por aluminio

3.Toxicidad por mercurio

4.Ciertos medicamentos--Los anticolinérgicos son un tipo de medicamentos que se han relacionado a un mayor riesgo de demencia y Alzheimer. Están disponibles a través de la venta libre o con receta médica, los medicamentos anticolinérgicos incluyen a los analgésicos nocturnos, antihistamínicos y otras pastillas para dormir.

Los medicamentos anticolinérgicos bloquean un neurotransmisor del sistema nervioso llamado acetilcolina. Los que sufren de la enfermedad de Alzheimer suelen tener una marcada deficiencia de acetilcolina.

Un reciente estudio encontró que las personas mayores que tomaron medicamentos clasificados como 'anticolinérgicos definidos' tenían una incidencia cuatro veces mayor de deterioro cognitivo.

Curiosamente, en aquellos que no eran portadores del gen específico, alelo APOE ε4 (el cual, como se mencionó anteriormente, predispone a enfermedades neurológicas), ¡el riesgo fue mayor, en más de siete veces! Y tomar dos de estos medicamentos aumenta aún más el riesgo de deterioro cognitivo.

Por lo tanto, aunque es posible que no tenga una predisposición genética, el consumo de medicamentos puede anular este beneficio inherente... al igual que la alimentación y el estilo de vida, pueden ayudar a superar un factor genético dañino. ¡Esta es una razón más para abandonar los medicamentos y enfocarse en un estilo de vida saludable!

Seis Pautas Para Prevenir el Alzheimer, Mientras Combate la Diabetes al Mismo Tiempo

Es evidente que el mejor "tratamiento" para la enfermedad de Alzheimer es la prevención, no los medicamentos.

Y, aunque la ciencia empieza a ganar terreno, y a proporcionar la verdadera evidencia científica para sustentar mi recomendación, mis tres sugerencias para prevenir el Alzheimer son las mismas que las de combatir la resistencia a la insulina, y así han sido durante algún tiempo.

Esto es porque el factor físico más importante, el cual es responsable de acelerar casi todas las enfermedades crónicas conocidas por el hombre, es el de normalizar sus niveles de leptina e insulina.

Curiosamente, esta normalización usualmente disminuirá los niveles de insulina y leptina en el cuerpo, mientras aumenta su producción de insulina cerebral.

Las siguientes siete pautas pueden ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer y mantener a su mente aguda, a medida que envejece:

1.Evitar los azúcares y granos, en particular la fructosa. Llevar una alimentación nutritiva que sea baja en fructosa, azúcares agregados y granos, y alta en vegetales frescos (que tienen un alto contenido de folato), es una de las mejores acciones que puede realizar para prevenir la diabetes, la demencia, y otra serie de enfermedades crónicas.

2.Consumir grasas omega-3 de origen animal, de alta calidad. Recomiendo el consumo de aceite de kril de alta calidad para satisfacer la cantidad óptima de grasas omega-3 necesarias para lograr una buena salud y para combatir la enfermedad de Alzheimer.

3.Aumentar el consumo de antioxidantes. Por ejemplo, las moras azules silvestres tienen un alto contenido de antioxidantes y de antocianina, los cuales son conocidas por proteger contra el Alzheimer y otras enfermedades neurológicas.

4.Hacer ejercicio. Todos sabemos que el ejercicio es bueno para nuestro sistema cardiovascular, pero los estudios han descubierto que el ejercicio también puede proteger al cerebro, al prevenir de esta manera la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.

De acuerdo a un estudio, las probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer fueron casi cuatro veces en las personas que eran menos activas durante su tiempo libre, las cuales tenían entre 20 y 60 años de edad, en comparación con sus pares.

Al igual que en una alimentación saludable, la actividad física regular es una de las acciones que pueden mejorar significativamente muchos aspectos de su salud física y emocional. Para los adultos mayores, las actividades simples como caminar y el entrenamiento con pesas ligeras, probablemente les proporcionará beneficios.

Para aquellos que son más jóvenes, un ejercicio más vigoroso podría aumentar los beneficios.

5.Evitar y eliminar el mercurio de su cuerpo. Incluso pequeñas cantidades de mercurio pueden causar el tipo de daño a los nervios que es característico del daño ocasionado por la enfermedad de Alzheimer.

Las amalgamas dentales son una de las principales fuentes de mercurio, sin embargo, debe estar sano antes de que se le retiren. Una vez que este adaptado a su alimentación mejorada, puede seguir mi protocolo de desintoxicación de mercurio, y luego encontrar un dentista biológico que remueva sus amalgamas.

Otras fuentes de mercurio incluyen a la mayoría de los mariscos, las vacunas que contienen timerosal y las vacunas contra la gripe, las cuales contienen mercurio y aluminio.

6.Evitar el aluminio. El aluminio está ampliamente asociado con la enfermedad de Alzheimer. Sus principales fuentes de exposición posiblemente son a través del agua potable y los antitranspirantes.

Los utensilios de cocina de aluminio también pueden ser una fuente de exposición. A pesar de que las ollas de aluminio son probablemente menos problemáticas que las fuentes mencionadas anteriormente, yo personalmente no volvería a usar los utensilios de aluminio.

7.Retar a su mente. La estimulación mental, como viajar, aprender a tocar un instrumento o hacer crucigramas, está relacionada con un menor riesgo de Alzheimer. Los investigadores sospechan que el desafío mental ayuda a desarrollar su cerebro, por lo que es menos susceptible a las lesiones vinculadas con la enfermedad de Alzheimer.