La llamada Ley El Khomri concederá a las compañías mayores poderes a la hora de organizar el tiempo de trabajo, pagar horas extras y despedir a los empleados.
paris
Estos últimos meses toda Francia ha sido escenario de huelgas y manifestaciones masivas ―que a menudo desembocaron en disturbios y enfrentamientos con la Policía― a raíz de un impopular proyecto de reforma laboral.

¿Qué propone la reforma laboral?

La llamada Ley El Khomri, elaborada por la ministra de Trabajo Miriam El Khomri y planteada por el Gobierno galo como un método para combatir el desempleo, propone cambios significativos en la legislación laboral, con los que están descontentos los ciudadanos. Según indica RIA Novosti, las encuestas exponen que 3 de cada 4 franceses se oponen a la nueva legislación.

La principal novedad es que las normas laborales nacionales serán sustituidas por las individuales para cada empleador, que podrá cambiarlas en el marco establecido por la ley.


En particular, las compañías podrán prolongar la jornada laboral desde las 35 horas semanales actuales hasta 48 horas. En "circunstancias excepcionales", señala AP, los empleados trabajarían hasta 60 horas a la semana. El horario de trabajo alternativo al que podrían optar las compañías bajo la nueva ley, incluye también la jornada laboral de 12 horas.

La reforma prevé también la simplificación del procedimiento de despido de los empleados y concede a los empleadores el derecho de negociar el pago de las horas extras directamente con los empleados, evitando los sindicatos.


¿Quién protesta y de qué manera?

Desde que en febrero la normativa fue propuesta por el Gobierno de François Hollande, sindicatos franceses y movimientos estudiantiles han organizado acciones de protesta a gran escala por todo el país, incluyendo París, Burdeos, Marsella, Toulouse y Lyon. Según indica La Tercera, se trata de las mayores protestas producidas en Francia desde que el presidente Hollande asumió su cargo en 2012.

En las manifestaciones participan cientos de miles de personas. Por ejemplo, el 9 de marzo la acción contó con la asistencia de hasta 500.000 personas por toda Francia, mientras que este 17 de mayo a las protestas asistieron hasta 220.000 personas.

Las manifestaciones impactan no solo por su escala, sino también por el violento desarrollo de los actos. Las marchas en algunos casos están acompañadas por disturbios, detenciones y enfrentamientos con la Policía: los manifestantes usan cócteles molotov y petardos, mientras que las fuerzas de seguridad responden con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.

Este miércoles, los manifestantes han destrozado y quemado un coche de policía en París. Tres agentes han logrado escapar del vehículo antes de que estalle en llamas. Según The Guardian, la fiscalía ha abierto una investigación sobre intento de asesinato en relación al hecho. El medio indica que la quema del vehículo evidencia el "nivel de animosidad" de los protestantes.

¿Qué dice el Gobierno ante las protestas?

François Hollande, en el marco de una entrevista con la emisora Europe 1, ha defendido la reforma laboral afirmando que no cederá pese a las numerosas protestas acontecidas. "No cederé porque ya hay demasiados Gobiernos que han cedido [...] prefiero que se guarde de mí la imagen de un presidente que ha hecho reformas y no de un presidente que no ha hecho nada", ha declarado.


Al entender que la polémica ley no pasará el voto parlamentario, las autoridades francesas decidieron usar sus poderes constitucionales recurriendo al artículo 49.3. La norma prevé que el primer ministro haga pasar el documento a través del parlamento sin debate ni votación. En este caso, los parlamentarios tienen derecho a considerar una moción de censura al Gobierno, pero en la votación de la semana pasada no se llegó a reunir los votos necesarios.