La liberación económica y política de Bolivia fue posible gracias a la expulsión de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y al desalojo del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo el presidente de este país, Evo Morales.

"Lo primero que hicimos fue liberarnos de la embajada de EEUU... En materia económica, cuando llegamos al Gobierno, el FMI tenía su oficina en el Banco Central de Bolivia y le dijimos fuera, será una institución pero no puede estar aquí definiendo políticas económicas", dijo el mandatario en la apertura de la Décima Cumbre Hemisférica de Alcaldes en la ciudad de Sucre (sur), transmitida por la TV estatal.
evo morales
© REUTERS/ David Mercado

El gobierno boliviano mantiene un férreo rechazo a las políticas de Estados Unidos sobre América Latina y en los últimos 10 años ha adoptado medidas calificadas por el mandatario de este país como "antiimperialistas".


Comentario: Aunque habría que evaluar el significado de 'antiimperialistas'. A veces, simplemente expresar un deseo de cambio y autodeterminación puede llegar a ser revolucionario y antiimperialista para el mundo Occidental. Lo que no es una buena señal, ya que significa que los hilos del control de Washington en América Latina están muy profundamente arraigados.


"A los dos meses en el Gobierno, un general en retiro de la Policía presenta un informe de inteligencia, cuando había sido la CIA en Palacio de Gobierno, dijimos entonces fuera la CIA del Palacio", recordó Morales.

El presidente boliviano destacó los logros de la economía boliviana a partir de la nacionalización de los hidrocarburos y la importancia de que los recursos naturales no estén en manos de empresas extranjeras.

"La nacionalización de los hidrocarburos ha hecho cambiar la economía, aquí ya no decide en lo político Estados Unidos ni en lo económico el FMI... en Bolivia no mandan los gringos, mandan los indios", remarcó el jefe de Estado.

Desde enero de 2006, cuando Morales asumió el Gobierno, Bolivia se sumó al grupo de países con gobiernos progresistas de América Latina que han cuestionado la injerencia de Estados Unidos y del FMI en los asuntos internos.