Acumula 1.254 hectómetros cúbicos de agua helada, el doble que hace un año y un 50% más que la media del quinquenio.
nieve Pirineo
© Fabián SimónImagen de Los Llanos del Hospital, en el municipio oscense de Benasque
Imagen de Los Llanos del Hospital, en el municipio oscense de Benasque.
La acumulación de nieve en el lado español de los Pirineos sigue creciendo y bate récords. Es, en décadas, uno de los años con mayor reserva nival. Ya suma 1.254 hectómetros cúbicos de agua helada, el doble que hace un año y un 50% superior a la media del último quinquenio para estas fechas.

Durante el mes de enero han descargado nevadas de una intensidad que no se recordaba en mucho tiempo. En apenas 15 días, el manto de nieve se ha duplicado. El año comenzó con poco más de 500 hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve en el lado español de la Cordillera. Pero enero acaba con más de 1.500 hectómetros cúbicos.

El temporal de frío, lluvia y nieve que azotó a la Península hace días ha disparado las reservas nivales. Y a aquella ola se le han añadido las nevadas que han seguido descargando sobre el Pirineo en la última semana.

Hay que tener en cuenta que, tradicionalmente, hasta mediados de marzo lo habitual es que siga habiendo nevadas en los Pirineos, por lo que el enorme manto blanco que acumula la Cordillera es probable que siga creciendo.

Esta gran reserva nival se traducirá, con el deshielo que arranca en primavera, en una fuerte aportación de caudales a los ríos que desembocan en el Ebro por su margen izquierda. Descontando la parte que no llega hasta los ríos, se calcula que el deshielo aportará desde el Pirineo unos 750 hectómetros cúbicos de agua.

Ahora toca estar pendiente a cómo se produzca ese deshielo, porque la gran cantidad de nieve que se acumula en el lado español de los Pirineos constituye también un riesgo potencial de inundaciones si se registrara un brusco aumento de la temperatura que desencadenara un deshielo acelerado.