En los últimos años, Suiza está experimentando una preocupante tendencia: el número de lobos en los Alpes sigue aumentando y, como consecuencia, cada año matan a más ovejas. Los pastores suizos han hallado un remedio para solucionar este problema. Ahora las llamas cuidan de sus rebaños.

Actualmente, entre 30 y 40 lobos habitan en los Alpes, según informa la revista Greenpeace Magazin. En el 2014 mataron a 22 ovejas; en 2015, el número se disparó hasta las 322; y, en lo que va de 2017, ya se ha rebasado la cifra del año anterior (397).
llama alpaca
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La primera iniciativa de los pastores fue utilizar perros para proteger a sus rebaños. Sin embargo, apareció un problema con el que no contaban. Los canes pensaban que los turistas y ciclistas eran también amenazas, de manera que los atacaban.

En 2012, un perro guardián mordió a Matthieu Müller, el dueño de un rebaño. A partir de aquel momento, muchos suizos comenzaron a usar llamas —mamífero camélido doméstico propio de los Andes— para proteger a las ovejas. Nada más conocer la iniciativa que estaban tomando sus compatriotas, Müller se unió de repente a ella.

La llama que ahora protege al rebaño de Müller se llama Shakespeare.

Las personas y los perros tiemblan de miedo cuando Shakespeare se los come con los ojos", asegura la pastora Claudine Monard, que trabaja para Müller.

La llama utiliza un truco para infundir temor en los lobos: chilla histéricamente y escupe.

Claudine dice estar muy contenta con el nuevo guardián.

"En cuanto falta una oveja, comienza a chillar. La llama atrae la atención hacia estos problemas", puso de relieve la mujer.

A quienes ponen en tela de juicio la eficacia del método hay que recordarles que, a partir del 2012, ha habido solo tres casos de muerte de ovejas por parte de los lobos en los rebaños protegidos por llamas. Es posible que el animal estuviera distraído o no pudiera ver el ataque a causa de las grandes dimensiones de los prados alpinos.

Uno de los problemas con el uso de llamas es el conflicto con el movimiento pro derechos de los animales, que exige que las llamas protejan a los rebaños en parejas.

Quienes se oponen a esta idea explican que los animales empiezan a interesarse mutuamente y, como resultado, su instinto de protección decrece. Cabe destacar que Shakespeare está castrado.

En total, hay unas 3.000 llamas en Suiza. En total hay 25 granjas donde estos animales suramericanos se emplean para proteger a los rebaños. Su popularidad cotiza al alza. Entre los pastores de Alemania y Austria también se sopesa utilizar llamas para proteger a su ganado.