Desde la comodidad de una pieza de equipo que cabe en sus bolsillos, puede comunicarse y recibir noticias de cualquier parte del mundo. De acuerdo con el Pew Research Center, casi el 90 % de las personas de los Estados Unidos poseen un teléfono celular, dos tercios de ellos son teléfonos inteligentes.1
El celular se ha convertido en el dispositivo más rápidamente aceptado en la historia de la tecnología de consumo.
Pew atribuye ese aumento de popularidad al desarrollo y accesibilidad de los teléfonos inteligentes.2 Por desgracia, esta conectividad con un mundo que está más allá de las fronteras físicas lo pone en peligro de desconectarse de lo que es real e importante en su entorno inmediato. El New York Times advierte:3
"El acceso casi universal a la tecnología digital, a partir de edades cada vez más tempranas, está transformando la sociedad moderna de maneras que podrían tener efectos negativos sobre la salud física y mental, el desarrollo neurológico y las relaciones personales, sin mencionar la seguridad de nuestras calles y aceras"El fácil acceso a la tecnología ha hecho que las personas lleven sus teléfonos inteligentes a todas partes sin pensarlo dos veces, incluidos la cocina, los consultorios médicos, comedores y el baño.
Este aumento en su uso aumenta el posible riesgo de exposición excesiva a la radiación de los campos electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés) y a su exposición a un dispositivo que puede portar cerca de 17 000 copias genéticas bacterianas.4
Es Posible que Su Celular Porte 10 Veces Más Gérmenes que el Asiento de un Baño
Varios estudios han demostrado la contaminación de los teléfonos celulares en un hospital, pero se ha obtenido poca información acerca de la contaminación bacteriana de los celulares en la comunidad.
Los investigadores estaban interesados en cuantificar el número de bacterias que residen en los teléfonos de los estudiantes de secundaria, ya que esta es una población que ha hecho de los smartphones una parte fundamental de su vida cotidiana.
Se recogieron muestras de 27 teléfonos celulares de estudiantes de entre 16 y 18 años de edad, y se contabilizaron colonias de bacterias. Los investigadores encontraron que todos los teléfonos tenían contaminación bacteriana, lo cual difería de los resultados de estudios anteriores.5
En este estudio, se encontró un promedio elevado de microbios en cada uno de los celulares, donde se detectaron más de 20 especies diferentes.6
Curiosamente, aunque los investigadores identificaron varias cepas de bacterias posiblemente patógenas, no identificaron una cantidad significativa de bacterias que indicaran contaminación fecal, a pesar de que la mayoría de los estudiantes llevaron consigo sus celulares a la hora de ir al baño. Los investigadores concluyeron:7
"Nuestro estudio demostró altos niveles de contaminación en los teléfonos celulares de los estudiantes de secundaria con bacterias potencialmente patógenas para ser comunes, y nuestra hipótesis era que esto podría desempeñar un papel en la propagación de agentes infecciosos en la comunidad.Aunque el tamaño de la muestra del estudio fue pequeño, los resultados confirman que llevar su teléfono celular del baño a la mesa del comedor aumenta potencialmente su riesgo de propagar gérmenes y enfermedades.
Sin embargo, con base en nuestros resultados, los teléfonos de los estudiantes de secundaria no parecen ser portadores importantes en la propagación de la resistencia antibacteriana".
Sin embargo, la mayor parte de la contaminación bacteriana de los celulares fue resultado de la transferencia de microbios que normalmente se encuentran en la piel, hacia la superficie del teléfono.8
Por ejemplo, las bacterias estafilococo, que por lo general se encuentran en la piel, podrían estar presentes en su teléfono, sin embargo, no suelen ser del tipo que desencadena una infección por estafilococos.
Aumenta el Uso de los Celulares, y También la Adicción
Aún si no está usando o tocando su teléfono celular, éste podría distraerlo de sus tareas inmediatas. Un estudio que involucró a un grupo de más de 50 estudiantes universitarios descubrió que el desempeño en tareas complejas fue peor cuando el participante podía ver un celular presente, independientemente de si era el teléfono del líder del estudio o el suyo propio, en comparación con el desempeño en labores cuando no había teléfonos celulares visibles.9
En parte, esta atención y dependencia continua hacia la tecnología digital ha impulsado el avance que dirigió a la Internet relativamente estática a principios de los años 2000 hasta los sitios web que tienen que estar disponibles para celulares o pierden clientes.
De acuerdo con Pew, en la actualidad casi el 10 % de las personas en los Estados Unidos se conectan a Internet desde casa sólo a través de sus teléfonos inteligentes y no tienen un servicio de banda ancha tradicional.10 Esto se ajusta a los objetivos de las empresas que hacen negocio en línea y que buscan obtener mayor atención hacia sus productos y servicios.
Los programadores han logrado un proceso que llaman "hackeo cerebral"11 el cual aumenta su deseo de prestarle atención a su teléfono inteligente. Incorporan información de la neuropsicología al desarrollo de interfaces de los sitios web y eso aumenta su interacción.
Por ejemplo, los "likes" en Facebook o "streaks" en Snapchat están diseñados para extender su interacción con el programa y aumentar sus ganas de volver. Una combinación de estos factores ha dado lugar a una dependencia o adicción al Internet que afectó al 6 % de la población mundial en el año 2014.12
Aunque es probable que esta cifra no parezca significativa a primera vista, compárela con un reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que declaró que entre el 15 y 64 % de la población mundial consumió drogas ilícitas en el último año.13
Los problemas con el abuso y uso excesivo de los teléfonos celulares conducen a trastornos del sueño, ansiedad, estrés y depresión,14 así como a una mayor exposición a la radiación de EMF, lo cual pone su salud física en mayor peligro.
Los Riesgos por el Uso de los Celulares Están Vinculados a los Daños Mitocondriales
El debate continuo sobre si la exposición a la radiación de los teléfonos celulares causa tumores cerebrales podría ser contraproducente y en efecto, podría distraerlo de los verdaderos peligros del uso de los celulares.
Considerar que el número de personas que llevan consigo sus teléfonos celulares todos los días supera el número de personas que tienen acceso a los baños,15 y que es probable que no conozca a nadie con un tumor en el cerebro, podría llevarlo a pensar que su celular es seguro.
El origen principal de los procesos patológicos que se le atribuyen a la exposición a la radiación de los EMFs está relacionado con el daño mitocondrial que provocan las especies de nitrógeno reactivo peroxinitritas. Los dispositivos que emiten radiación de EMF de manera constante, a niveles que dañan sus mitocondrias incluyen a su teléfono celular, torres de telefonía móvil, enrutadores y módems de Wi-Fi.
El aumento en las peroxinitritas en su cuerpo se ha asociado con un nivel de inflamación sistémica más elevado, y lo más importante, disfunción mitocondrial. Por favor, observe mi reciente entrevista con Martin Pall, Ph.D., quien descubrió este mecanismo perjudicial, para ver un debate más profundo acerca de esta información fundamental y de vanguardia.
Los Riesgos para la Salud Asociados Con los Celulares Están Vinculados a Múltiples Enfermedades
Pall descubrió que la radiación de microondas de los teléfonos celulares y otras tecnologías inalámbricas, activa los canales de calcio voltaje-dependientes (VGCC, por sus siglas en inglés) los cuales luego se abren y permiten el ingreso de cantidades excesivas de calcio en sus células.16 Como señaló Pall, "el exceso de calcio en las células es responsable de la mayoría, sino es que, de todos, los efectos biológicos ".
El aumento en el uso de los teléfonos celulares y la destrucción relacionada con el daño oxidativo que provoca la radiación de los EMFde los dispositivos móviles, en cierta medida podría explicar el índice de crecimiento sin precedentes de las enfermedades crónicas.17
Esta vertiginoso avance en las enfermedades crónicas es una preocupación mucho más grande que los peligros asociados con los tumores cerebrales. La información de la bibliografía científica revela una dramática aceleración en una sola generación sobre la prevalencia de una larga lista de enfermedades.
Una vez que entiende que los teléfonos celulares pueden contribuir a estas enfermedades crónicas--no sólo a tumores cerebrales--es posible que esté más dispuesto a tomar algunas precauciones para limitar su exposición.
Aunque las principales amenazas para la salud siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las infecciones, cabe señalar que con frecuencia, la siguiente lista de enfermedades crea problemas significativos en las vidas de quienes las sufren. Algunas de estas enfermedades ni siquiera eran de conocimiento público antes del año 1980.18
Enfermedad o Trastorno Aumento desde 1990Síndrome de fatiga crónica11 027 %Trastorno bipolar en los jóvenes10 833 %Fibromialgia7 727 %Autismo2 094 %Enfermedad Celiaca1 111 %ADHD (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)819 %Lupus787 %Hipotiroidismo702 %Osteoartritis449 %Apnea del Sueño430 %Diabetes305 %Enfermedad de Alzheimer299 %Depresión280 %Los Niños Enfrentan Mayores Riesgos que los Adultos
Sostener un celular en su oído permite que el 10 y 80 % de la radiación de EMF ingrese hasta 2 pulgadas en su cerebro.19,20 Sin embargo, en los niños esta penetración es aún más profunda debido a que el cráneo de un adulto es hasta cuatro veces más grueso que el de un niño.
Los niños también están expuestos a la radiación de los EMF a una edad mucho más temprana mientras que la mayoría de los adultos todavía puede recordar los días en que todos los teléfonos estaban conectados a la pared.
Con el paso del tiempo, la posibilidad de experimentar mayores daños mitocondriales es exponencialmente mayor para los niños que para los adultos. La exposición tampoco se limita a los teléfonos celulares.
La mayoría de los hogares tiene enrutadores de Wi-Fi, módems, computadoras y tablets, además, muchas áreas públicas también ofrecen redes de Wi-Fi. Los niños podrían pasar horas jugando en tablets y teléfonos inteligentes, viendo videos o haciendo sus tareas escolares.
Los problemas con el uso excesivo y las consecuencias conductuales también son más significativos para los niños. Ya sea que se trate de una tableta, un monitor con Wi-Fi o un teléfono inteligente, los niños pasan hasta siete horas diarias frente a una pantalla.21
Esto dista mucho del máximo de dos horas que recomienda la Academia Americana de Pediatría,22 y en definitiva es más que el número de horas que cualquier persona de más de 40 años pasó delante de una pantalla cuando era pequeña. Ronald Melnick, científico asesor del Environmental Health Trust, habló sobre el uso de los teléfonos celulares entre la población pediátrica:23
"La penetración de la radiación de los teléfonos celulares en el cerebro de un niño es más profunda y mayor. Además, el sistema nervioso en desarrollo de un niño es potencialmente más susceptible a un agente perjudicial".Las recomendaciones de las Investigaciones sobre Salud Ambiental de California están de acuerdo, y dicen:24 "Los EMFs pueden pasar a mayor profundidad en el cerebro de un niño que en el de un adulto.
Durante la adolescencia, el cerebro sigue en desarrollo y esto puede hacer que los niños y adolescentes sean más sensibles a la exposición de los EMF".
Tome Precauciones para Protegerse a Sí Mismo y a Sus Hijos
El primer teléfono celular fue fabricado en el año de 1973, y desde entonces, la tecnología ha avanzado a un ritmo cada vez más rápido. Es importante destacar que pasaron casi 20 años más antes de que los celulares se convirtieran en un producto convencional.
El daño causado por la radiación de EMF puede tardar años, y a veces décadas, en desarrollarse. Esto significa que no hay una buena manera de predecir los efectos a largo plazo en los niños y muchos de ellos ya se encuentran expuestos desde antes de nacer.
Los investigadores de un estudio25 con niños cuyas madres usaron el celular antes de su nacimiento, encontraron un aumento del 25 % en problemas emocionales, 34 % en problemas relacionados con sus semejantes, un incremento del 35 % en hiperactividad y del 49 % en problemas de comportamiento, en comparación con los niños de madres que no utilizaron teléfonos celulares durante su embarazo.
Por el bien de su hijo y por su propia salud, le invito a minimizar este tipo de riesgos y a reducir el potencial de la propagación de las bacterias al seguir algunas estrategias de sentido común:
-Reduzca la cantidad de bacterias de su teléfono
Mantenga su teléfono lejos del baño donde el material fecal se volatiliza con cada descarga del excusado. Limpiar su celular diariamente con un paño suave de microfibra elimina muchos gérmenes. Para limpiar a mayor profundidad, utilice una combinación de 60 % de agua y 40 % de alcohol sobre un paño suave y limpie su teléfono a detalle cada semana.
Sumerja el paño en la solución sin saturar el material. Evite usar limpiadores líquidos o atomizadores que pudieran dañar el teléfono. Recuerde lavarse las manos varias veces al día para reducir la transmisión de bacterias de sus manos al teléfono y otras superficies comunes.
-Mantenga el teléfono lejos de su cabeza
Considere la posibilidad de mantener su celular lejos de su cabeza cuando esté encendido o cuando el Wi-Fi, los datos o el Bluetooth estén habilitados. Podría lograrlo al emplear un selfie stick o utilizando el altavoz de su celular a la hora de hablar por teléfono.
Las conversaciones cortas y los mensajes de texto en lugar de las llamadas, también reducen su exposición. Cuando no esté en uso, asegúrese de colocar el teléfono en modo avión.
Los audífonos con cable le permiten mantener el teléfono alejado de su cabeza mientras lo está usando. Sin embargo, si no está bien protegido, el cable mismo podría actuar como una antena para atraer y transmitir radiación directamente hacia su cabeza.
Uno de los mejores tipos de audífonos son los que tienen una combinación de cable blindado y un tubo de aire. Éstos, transmiten el sonido como una onda de sonido real, de la misma forma en que se transmite el sonido a través de un estetoscopio.
-Limite el uso de su celular a áreas con excelente recepción
Entre más débil sea la recepción en el área, el teléfono debe emitir más energía para hacer conexión y, por lo tanto, emite más radiación. Esto aumenta el riesgo de que más radiación penetre en su cuerpo.
-Reduzca o elimine el uso de otros dispositivos inalámbricos
Es importante preguntarse si realmente necesita usar un dispositivo inalámbrico cada vez que utilice uno. Si tiene que usar un teléfono inalámbrico, considere los que funcionan a 900 MHz ya que, por lo general, estos no emiten cuando no están en uso.
La mejor forma de medir su exposición en relación a los teléfonos inalámbricos y otros dispositivos electrónicos es con un medidor de electrosmog (RF) que mide hasta 8 Gigahertz para detectar las frecuencias de los dispositivos más nuevos.
-Aumente su distancia de los dispositivos emisores de RF
Entre más cerca se encuentre del dispositivo, más radiación absorbe. Encuentre una manera de transportar su teléfono distinta a su brasier o al bolsillo de sus pantalones con el fin de reducir su riesgo de infertilidad y cáncer de mama. Evite dejar su celular y tablets dentro de su habitación mientras duerme.
-Respete a los demás en sus alrededores
Algunas personas se han vuelto sensibles a la radiación de los EMF e incluso sienten los efectos si el teléfono está encendido, aunque no esté en uso. Considere mantener su celular apagado cuando esté en una reunión, en un juzgado, consultorio médico u otras áreas públicas, así como cerca de niños, con el fin de reducir los efectos de la "radiación indirecta".
-No deje que sus hijos usen teléfonos celulares
A menos que se trate de una emergencia que pone en peligro la vida, utilizar un teléfono celular aumentará el riesgo potencial de que su hijo sufra daño celular debido a la radiación electromagnética.
-Apague el enrutador de Wi-Fi y su teléfono celular cuando no estén en uso
Si no los está usando, por ejemplo, durante la noche, apague su Wi-Fi, módem y teléfono celular. Muchos enrutadores se pueden conectar a un control remoto de bajo costo, lo cual hace que el proceso sea fácil y sencillo. Reserve su celular para emergencias debido a que incluso cuando no está en uso, emite radiación mientras esté encendido.
-Ciertos nutrientes podrían reducir el daño
Los investigadores descubrieron que hay ciertas especias que podrían ayudar a prevenir el daño ocasionado por los peroxinitritos.26,27 Las especias ricas en ácidos fenólicos, en específico el clavo, romero, cúrcuma, canela y la raíz de jengibre, demostraron cierta capacidad protectora contra el daño provocado por los peroxinitritos.
Optimizar sus niveles de magnesio también podría ayudarle a reducir el daño asociado con los EMFs. El magnesio es un bloqueador natural de los canales del calcio y eso reduce los efectos de los EMF en sus VGCCs. Cuando es deficiente en magnesio, tiene un exceso de actividad en sus VGCC, además de un flujo excesivo de calcio.
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Fuentes y Referencias
- 1 Pew Research Center, Always On Connectivity
- 2 Pew Research Center, June 6, 2013
- 3 New York Times, January 9, 2017
- 4, 6, 7 Germs, 2017;7(2):73
- 5 Journal of Community Health, 2014;39(5):965
- 8 Time, August 23, 2017
- 9 Time, December 4, 2014
- 10 Pew Research Center, January 12, 2017
- 11 60 Minutes, April 9, 2017
- 12 Cyberpsychology, Behavior and Social Networking, 2014;17(12):755
- 13 United Nations Office on Drugs and Crime, World Drug Report 2014
- 14 Frontiers in Psychiatry, 2016;7:
- 15 UN News Center, March 21, 2013
- 16 Journal of Cellular and Molecular Medicine, 2013;17(8):958
- 17, 18 The Root Cause in the Dramatic Rise of Chronic Disease, May 2016
- 19 SafeSpace, Dangers of Cellphone Radiation
- 20, 23 Epoch Times, February 27, 2017
- 21 BMC Public Health, 2015;15:5
- 22 American Academy of Pediatrics, October 2013 Policy Statement
- 24 SFGate March 3, 2017
- 25 Epidemiology, 2008;19(4):523
- 26 Life-Enhancement 2008; 11(5)
- 27 Food and Chemical Toxicology 2008; 46(3):920
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