Investigadores europeos aseguran que el sistema inmunologico de los seres vivos responde de la misma manera cuando combate una infección y al detectar la denominada comida chatarra.

comida chatarra
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Los alimentos vendidos en lo sitios de comida rápida, como los establecimientos de hamburgesas o pizzas, generan en el sistema inmunologico de los seres vivos una reacción similar a la producida por ciertas enfermedades, señalaron investigadores de la Universidad de Bonn, Alemania.

A través de un artículo publicado en Cell, los cientificos explicaron que durante un estudio realizado en ratones de laboratorio se determinó que los roedores alimentados con una dieta alta en grasas saturadas, azúcar y sal durante un mes, sin acceso a frutas frescas, vegetales o fibra, tuvieron un aumento en el número de células inmunes en su sangre, como lo harían si hubieran sido golpeados por una infección microbiana.


Comentario: ¿Por qué culpar a las grasas saturadas o a la sal de lo que probablemente fue causado por otros ingredientes contenidos en la comida chatarra? La miopía que muestran los realizadores de estos estudios sinceramente hace que uno se pregunte si realmente tienen alguna idea de lo que están haciendo. Ellos básicamente parten de la presunción de que "las grasas saturadas son malas" y entonces ajustan sus hallazgos a esta creencia, dejando de lado la posibilidad de que en realidad son otros componentes de la comida chatarra los que se caracterizan por desencadenar problemas relacionados al sistema inmunológico. Por ejemplo, las grasas de la comida chatarra a la que se refieren probablemente no procede de grasas animales saludables sino de las pseudograsas tóxicas vegetales: Cuidado con los aceites vegetales que son aún más peligrosos que las grasas trans


Anette Christ, autora principal del texto detalló a Science Alert, que "la dieta poco saludable llevó a un aumento inesperado en el número de ciertas células inmunes en la sangre de los ratones, especialmente los granulocitos y los monocitos".

La investigadora agregó que debido a la memoria de ciertas células de los seres vivos, los síntomas provocados por la ingestión de este tipo de comidas, recordaran como actuar cuando perciban de nueva cuenta esos ingredientes en exceso, por los mismos que entrarían en su lista de alertas para lidiar con un ataque biológico.

Christ agregó cuando los ratones volvieron a su dieta regular de cereales después de un mes, la inflamación desapareció, pero la reprogramación genética que mantenía a los ratones más sensibles a un ataque futuro se mantuvo.


Comentario: Resulta bastante llamativo que planteen que una dieta basada en cereales podría disminuir la inflamación, especialmente si consideramos los hallazgos de otros estudios mencionados en el artículo Patrañas para el desayuno: las afirmaciones de salud sobre el cereal procesado de Kellogg's son razonablemente increíbles:
El artículo de Price destaca dos estudios que no han sido publicados (probablemente debido a los grupos de presión mencionados anteriormente y al patrocinio de revistas). Uno realizado en 1942, dividió a las ratas en 4 grupos y alimentó a cada uno con una dieta diferente. A un grupo se le dio trigo real y vitaminas, a otro, trigo inflado (extruido) y vitaminas, a otro no se le dio nada más que agua y azúcar y al último, sólo agua y vitaminas. Usted no creerá lo que sucedió, ¡las ratas alimentadas con trigo inflado murieron primero! De hecho, sólo vivieron dos semanas. Incluso murieron antes que las ratas que fueron alimentadas con NADA más que vitaminas y agua, que vivieron dos meses. Así que si estabas pensando que los cereales para el desayuno son mejores que nada, aparentemente estabas equivocado.

El autor resume el segundo estudio de la siguiente manera:
Otro experimento inédito se llevó a cabo en 1960. Investigadores de la Universidad de Michigan en Ann Arbor recibieron dieciocho ratas de laboratorio. Éstas fueron divididas en tres grupos: un grupo recibió copos de maíz y agua; un segundo grupo recibió la caja de cartón en la que venían los copos de maíz y agua; el grupo de control recibió comida para ratas y agua. Las ratas en el grupo control mantuvieron una buena salud durante todo el experimento. Las ratas que comieron la caja se volvieron letárgicas y finalmente murieron de desnutrición. ¡Las ratas que recibieron los copos de maíz y el agua murieron antes que las ratas que se estaban comiendo la caja! Además, antes de la muerte, las ratas que comieron copos de maíz desarrollaron un comportamiento aberrante, atacaron, se mordieron entre sí y finalmente tuvieron convulsiones. La autopsia reveló disfunción del páncreas, el hígado y los riñones y degeneración de los nervios de la columna vertebral, que son signos de shock de insulina. La sorprendente conclusión de este estudio fue que había más alimento en la caja que en los copos de maíz. Este experimento fue diseñado como una broma, pero los resultados estaban lejos de ser graciosos.



"Recientemente se descubrió que el sistema inmune innato tiene una forma de memoria", dijo uno de los investigadores, Eicke Latz, de la Universidad de Bonn. "Después de una infección, las defensas del cuerpo permanecen en una especie de estado de alarma, para que puedan responder más rápidamente a un nuevo ataque".

El científico señaló que normalmente es una infección la que produce tal respuesta, pero aquí era la enfermedad era el equivalente de una dieta de comida rápida para ratones. "Si el mismo tipo de reacción está sucediendo dentro de nuestros cuerpos, entonces es más evidencia del vínculo entre una dieta no saludable y problemas de salud como la diabetes tipo II, la obesidad y problemas con el corazón", aseguraron los investigadores.