Si siempre tienes el móvil a mano y te resulta difícil despegarte de él, no estás solo/a en el mundo. Las encuestas revelan que interactuamos una media de 85 veces al día con el móvil, incluso a mitad de la noche cuando nos despertamos. El 91% de las personas reconoce que jamás sale de casa sin su móvil y el 46% afirma que no podría vivir sin su smartphone.

Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Texas tiene una mala noticia para todas esas personas: el mero hecho de tener cerca su smartphone afecta su inteligencia.

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© Desconocido

La mera presencia del móvil afecta nuestra capacidad cognitiva

Los psicólogos reclutaron a casi 800 personas, quienes completaron una serie de tareas diseñadas para evaluar su capacidad cognitiva. En una de esas tareas, los participantes debían resolver problemas matemáticos mientras memorizaban letras al azar, un test para evaluar su capacidad para dar seguimiento a la información relevante mientras están ensimismados en una tarea cognitiva compleja.

En otra prueba, los participantes veían un conjunto de imágenes que formaban un patrón incompleto y debían elegir la imagen que mejor completaba el patrón. Esta tarea evaluaba la "inteligencia fluida"; es decir, la capacidad para resolver problemas novedosos.

¿Es posible que la mera presencia de un smartphone pueda influir en nuestras habilidades cognitivas hasta el punto de afectar nuestro desempeño?

Para responder a esta pregunta, los investigadores dividieron a las personas en tres grupos: uno colocó su smartphone justo frente a ellos, encima de la mesa, otros lo dejaron guardado en su bolsillo o en el bolso y un tercer grupo dejó su móvil en la habitación adyacente. No obstante, en todos los casos los smartphones tenían las alertas apagadas, para que las notificaciones no los interrumpieran durante la realización de las pruebas.

Los resultados fueron sorprendentes: las personas que realizaron las pruebras mientras sus móviles estaban en otra habitación obtuvieron las mejores puntuaciones, seguidas de aquellos que dejaron guardados sus smartphones en sus bolsillos o bolsos. Quienes peor lo hicieron fueron los participantes que tenían el teléfono a la vista.

Los psicológos explican que se trata de un pequeño pero significativo deterioro de la capacidad cognitiva que se puede equiparar al estado que experimentamos al día siguiente de pasar una noche en vela.

Las implicaciones de este estudio son inmensas ya que continuamente estamos con el móvil en la mano, lo cual podría afectar negativamente nuestra capacidad para pensar con lucidez, resolver problemas con creatividad e incluso captar los detalles del ambiente.

¿Cómo el smartphone disminuye tu inteligencia?

El costo del móvil va ligado a sus beneficios. El inmenso valor que ofrece un smartphone es que nos permite conectarnos con el mundo, almacenando información relevante para muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Ese es precisamente su principal "problema".

Estamos "cableados" para prestar atención automáticamente a las cosas que son importantes para nosotros, aunque estemos inmersos en otra tarea. Esa es la razón por la cual, aunque estemos inmersos en una conversación en medio de una fiesta, si alguien menciona nuestro nombre del otro lado de la sala, lo escucharemos y voltearemos la cabeza. Ese también es el motivo por el cual tenemos la tendencia a echarle un vistazo al móvil de vez en cuando, para comprobar si entró algún mensaje, aunque no haya sonado ni vibrado.

Esta investigación sugiere que la presencia del móvil atrae nuestra atención constantemente, ejerciendo una especie de atracción gravitatoria, ya que nuestro cerebro lo ha catalogado como una cosa importante que debemos mantener bajo nuestro radar en todo momento. El problema es que bloquear la tentación de revisar el móvil o dejar de prestarle atención tiene un elevado costo cognitivo.

En práctica, activar las redes de inhibición del cerebro, esas que necesitamos para no prestar atención al móvil, implica que estamos destinando una parte de nuestros recursos cognitivos a una "tarea en segundo plano". Para entender mejor lo que sucede en nuestro cerebro podemos imaginar que un ordenador debe ejecutar muchas tareas en segundo plano y una sola en primer plano, que es el programa que estamos utilizando. Esas tareas en segundo plano terminarán afectando la capacidad del ordenador, limitando su velocidad e incluso pueden hacer que se bloquee.

Básicamente, activar la red de inhibición del cerebro para ignorar el móvil sería una tarea en segundo plano que afecta las tareas cognitivas que realizamos en primer plano.

¿Hay solución?

La buena noticia es que la solución es muy sencilla: basta con despegarse un poco del móvil para no alimentar una relación de dependencia. Si educas a tu cerebro para que comprenda que el móvil no es tan importante, no le prestará una atención obsesiva.

¿Cómo hacerlo?

Simplemente dejándolo guardado cuando no lo necesitemos. Una cosa es usar el smartphone y otra dejar que el smartphone se apropie de nuestra vida. No hay necesidad de llevar el móvil siempre y a todas partes, nuestro cerebro nos agradecerá si de vez en cuando lo dejemos descansar en otra habitación. Y tu C.I. aumentará unos cuantos puntos.
Fuente: Ward, A. F. et. Al. (2017) Brain Drain: The Mere Presence of One's Own Smartphone Reduces Available Cognitive Capacity. Journal of the Association for Consumer Research; 2 (2): 140-156.