La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha dado un plazo de 30 días para que el diálogo entre el Gobierno y el sector privado dé frutos.

protesta Managua Nicaragua
© Oswaldo Rivas / ReutersMiles personas marchan en Managua. 28 de abril de 2018.
Miles de personas han marchado este sábado por las calles de la capital nicaragüense, Managua, por la paz y la justicia en ese país, pero también para exigir la renuncia del presidente Daniel Ortega, y por el éxito del diálogo nacional propuesto por el Gobierno, informan medios locales.

La marcha de esta jornada fue convocada por la Iglesia Católica, y en el recorrido de las manifestaciones, la población exigía justicia por los jóvenes muertos en las protestas con consignas de que "no eran delincuentes, eran estudiantes". Además pedían la salida de Ortega, y también condenaron la represión de las autoridades durante las protestas.

Multitudinarias marchas también tuvieron lugar en otros departamentos del país. "Este es un momento en que la historia de Nicaragua, de hoy en adelante, la decide el pueblo", afirmaron desde la cúpula de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).

Asimismo la CEN, que aceptó ser mediadora del diálogo entre el Gobierno y el Consejo Superior de la Empresa Privada para tratar de sacar al país de la violencia, ha fijado un plazo de 30 días para analizar el avance y cumplimiento de los acuerdos en el mismo, y si no ven voluntad de cumplimiento por las partes los obispos abandonarían el proceso.

Aunque todavía no hay fecha para el inicio del diálogo y la metodología no está establecida, el cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal, advirtió que si al mes de instaurada la mesa de diálogo no se han alcanzado resultados "serios" y "reales" los obispos abandonarán el proceso, porque así "no" se podría seguir.

"Como el diálogo que se está iniciando es un riesgo, la Iglesia ha puesto un límite. Si en un mes no vemos que hay avance, vemos que está estancado, que no hay buena voluntad, que no se logra ningún resultado, que estamos perdiendo el tiempo, los obispos nos retiramos", afirmó por su parte el monseñor Silvio José Baéz.

"El diálogo es fundamental para resolver cualquier conflicto"

Según Baéz, los temas a tratar todavía no están definidos, pero han recibido propuestas de diferentes sectores. En cuanto a la participación en el diálogo de otros grupos de la sociedad nicaragüense, como los jóvenes, el obispo dijo que aún están esperando que se organicen mejor, porque "mientras no tengan una buena representación, no podemos arrancar".

La Iglesia mantendrá informada a la población sobre todo lo acontezca en las negociaciones, enfatizó Brenes.

Desde hace casi dos semanas se celebran en Nicaragua multitudinarias manifestaciones en contra de Ortega, que comenzaron por reclamos por cambios en las prestaciones de seguridad social y continuaron a pesar de que el mandatario revocó su decisión, con el fin de facilitar el diálogo en el país.

"Habrá que trabajar en mesa de diálogo para sacar una nueva resolución que nos asegure mejorar el sistema de pensiones", "queremos restablecer el orden, no podemos permitir que aquí se imponga el caos y los saqueos", dijo el presidente el 22 de abril, al anunciar la revocatoria.

"El diálogo, como ya dijimos, es fundamental para resolver cualquier conflicto", agregó, haciendo un llamado para que "cesen los actos de violencia". "Lamentamos siempre los hechos violentos y expresamos solidaridad a los familiares de las víctimas", expresó Ortega.

Desde que comenzaron las protestas, los enfrentamientos violentos han dejado entre 42 y 63 muertos, según diferentes organizaciones nicaragüenses de derechos humanos.

Sospechas de las protestas

Si bien la mayoría de los grandes medios de comunicación internacionales han calificado las manifestaciones como un reclamo legítimo del pueblo nicaragüense, otros han planteado sus dudas. Es el caso del portal Misión Verdad, que señala que existen varias coincidencias con las violentas protestas realizadas por la oposición en Venezuela.

La publicación además denuncia que EE.UU. estaría detrás de las manifestaciones venezolanas y nicaragüenses, cuyo objetivo, según reporta, sería derrocar a los gobiernos de esas dos naciones debido a que no están alineados geopolíticamente con Washington.

Entre las coincidencias con las protestas en Venezuela y Nicaragua, el portal destaca el "uso de armas artesanales" por parte de algunos manifestantes contra las fuerzas de seguridad, y los deliberados "saqueos y daños a la propiedad pública y privada". Además resalta que existe una "manipulación de cifras de muertos", así como "campañas de rumores" en las redes sociales con el fin de crear "pánico en la población".