Científicos han calculado la trayectoría del extraño objeto interestelar y han identificado cuatro sistemas estelares desde los cuales habría llegado el intruso.
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© M. Kornmesser / European Southern Observatory / AFPRepresentación artística de Oumuamua, el primer asteroide interestelar.
En octubre pasado, astrónomos detectaron un extraño asteroide que destacaba por tener una trayectoria, forma y procedencia muy singulares. El objeto fue bautizado como Oumuamua, o 'el primer mensajero', en hawaiano, y resultó ser el primer visitante interestelar conocido de nuestro Sistema Solar.

Sin embargo, los investigadores todavía no lograban determinar de dónde procedía el intruso. Un trabajo del pasado marzo sugirió que Oumuamua probablemente provenía de una estrella binaria, pero sin especificar cuál.

Ahora, un nuevo estudio de un grupo internacional de investigadores ha hecho un avance más en la solución de este misterio, reduciendo a cuatro el número de sistemas estelares que podrían haber dado origen a Oumuamua, que es considerado por algunos una nave alienígena.

Para identificar estos sistemas, los científicos se basaron tanto en estudios anteriores sobre la trayectoria del asteroide como en la gran base de datos recopilada por la misión Gaia, de la Agencia Espacial Europea, informa el portal Space.com.

Estos datos permitieron a los investigadores no solo identificar las posibles estrellas de procedencia de Oumuamua, sino también calcular cómo la trayectoria del recorrido del intruso posiblemente fue afectada por la gravedad de los objetos junto a los que pasó.

Con ayuda de esas dos fuentes de información, el equipo identificó cuatro sistemas estelares de donde podría provenir este extraño asteroide: el sistema de la enana roja HIP 3757, el de la estrella de tipo solar HD 292249, así comolos sistemas 2MASS J0233 y NLTT 36959.

Los astrónomos creen que el intruso debe proceder de un sistema solar con al menos un planeta gigante gaseoso para haber sido 'echado fuera' a viajar en el espacio. Sin embargo, hasta el momento las cuatro estrellas candidatas no tienen planetas que las orbiten, aunque esta es una circunstancia que puede cambiar.