Las elecciones de mitad de período de Estados Unidos, que se anunciaron como un "referéndum sobre la presidencia de Trump", atrajeron ayer a un número inusualmente alto de estadounidenses a las urnas. La pérdida, menor desde la perspectiva de Trump, del control mayoritario republicano de la Cámara de Representantes, sugiere, si acaso, lo contrario de lo que los medios de comunicación y el establishment quieren que usted crea que significa.
trump globalists media
Una pista importante de por qué los medios de comunicación estadounidenses han declarado la temporada de caza permanente contra este hombre ocurrió durante una conferencia de prensa, en ciertos puntos acalorada, que tuvo lugar ayer en la Casa Blanca. En primer lugar, el odioso Jim Acosta de CNN insistió en sacar a relucir las acusaciones claramente absurdas de la "colusión con Rusia" y se negó a callarse y a sentarse. Poco después, la reportera de la PBS Yamiche Alcindor se unió a sus colegas para hacerle a Trump otra pregunta tendenciosa, esta vez sobre el tema del "nacionalismo blanco":
Alcindor: Durante la campaña usted se llamó a si mismo nacionalista. Algunas personas vieron eso como una forma de envalentonar a los nacionalistas blancos...

Trump: No sé por qué dices eso. Es una pregunta tan racista.

Alcindor: Hay algunas personas que dicen que ahora el Partido Republicano es visto como un apoyo a los nacionalistas blancos debido a su retórica. ¿Qué le parece eso?

Trump: ¿Por qué tengo una de las cifras más altas de encuestas entre los afroamericanos? Es una pregunta tan racista. Amo a nuestro país. Hay nacionalistas y hay globalistas. Yo también amo al mundo, y no me importa ayudar al mundo, pero primero tenemos que arreglar nuestro país. Tenemos muchos problemas...
Los medios de comunicación estadounidenses continúan en una postura "que ni siquiera está equivocada" sobre Trump y por qué ganó las elecciones de 2016. Usted sabe que algo está fundamentalmente mal cuando la persona promedio de Texas o Alabama, que ha abandonado la escuela secundaria y porta una gorra de "Hacer a América Grande Nuevamente", y tiene un trabajo de cuello azul (La expresión "trabajador de cuello azul" es un término inglés para designar a los individuos que forman la parte más baja de la jerarquía de las empresas - NdT), posee más sentido común y puede VER las cosas mucho más claramente, que el promedio del liberal de la Costa Este educado en la universidad y empapado en ideología..

Trump es un "nacionalista". Más o menos todas las administraciones anteriores a la suya, que se remontan al menos a 100 años atrás, eran "globalistas". Durante gran parte de su historia, Estados Unidos ha sido conocido en todo el mundo como un país muy patriótico (es decir, nacionalista). Los estadounidenses en general tenían una reputación de cánticos espontáneos de "¡EE.UU.! ¡EE.UU.!", que muestran las estrellas y las rayas de su bandera fuera de sus casas y están muy orgullosos de su país. Claro, de vez en cuando, eso cabreaba un poco a la gente de otros países, pero, en general, el patriotismo de los estadounidenses era visto como algo simpático, aunque un poco ingenuo, por la mayoría de los extranjeros.

El globalismo, por otro lado, en lo que se refiere a los Estados Unidos, es la ideología que satura a los grupos de reflexión, políticos de carrera y burócratas del establishment de Washington, que están infectados con la creencia tóxica de que Estados Unidos puede y debe dominar el mundo. Esto se presenta al público como una muestra de la grandeza y magnanimidad estadounidenses, pero en realidad es un medio para aumentar el poder y la riqueza de la élite de Washington.

Consideremos los dos períodos de Obama, durante los cuales continuó la "Guerra contra el Terror", masivamente derrochadora (del dinero de los contribuyentes) y destructiva (de la vida y la tierra de los extranjeros). Considere que nombró a Hillary Clinton como Secretaria de Estado, quien procedió a bombardear alegremente Libia hasta regresarla a la edad de piedra y asesinar a su líder. Considere que, bajo Obama, las relaciones entre Estados Unidos y Rusia alcanzaron su punto más bajo de todos los tiempos, con repetidos ataques (de varios tipos) contra el presidente, el gobierno y el pueblo rusos, y el intento de destrozar la reputación internacional de Rusia ante los ojos del pueblo estadounidense. Consideremos la guerra enormemente destructiva que el régimen de Obama libró (en su mayoría por poder) contra el pueblo sirio. Consideremos el golpe de Estado de la época de Obama en Ucrania que, en pocos meses, retrasó varias décadas las perspectivas y el desarrollo de ese país y deterioró aún más las relaciones con Rusia.

Estos son sólo algunos ejemplos del "globalismo" que impulsa el establishment de Washington. ¿Quién, en su sano juicio, lo apoyaría? (No voy a entrar en lo que significa tener una "mente sana", pero todos estamos de acuerdo en que no implica la destrucción de otras naciones para obtener beneficios). El problema, sin embargo, es que la élite de Washington quiere -corrijo, NECESITA- que el pueblo estadounidense apoye ese aventurerismo militar, y qué mejor manera de hacerlo que inventando falsas acusaciones de "colusión rusa" contra Trump y haciendo que los medios de comunicación programen la mente popular con exactamente lo contrario de la verdad: que Trump era un "traidor" al pueblo estadounidense. Lo único a lo que Trump traiciona es a los egoístas intereses expansionistas globales de una cábala de gente de Washington. Esta pequeña maniobra equivale a un "2 por 1" para el establishment de Washington. Simultáneamente demonizaron a Trump (impidiendo su agenda "nacionalista") mientras avanzaban en su propia misión globalista, en este caso dirigida a hacer retroceder a Rusia.

Las palabras y su significado exacto son importantes. Para poder ver a través de las mentiras de poderosos intereses establecidos y llegar a la verdad, necesitamos saber cuándo esos mismos poderosos intereses están explotando nuestra propensión demasiado humana a ser coaccionados y manipulados con apelaciones a la emoción.

Así que las palabras "nacionalista" y "nacionalismo", tal como se relacionan con EE.UU., nunca han sido palabras "sucias" hasta que fueron convertidas en ello por el elemento "globalista" del establishment de Washington (es decir, la mayor parte de él), al asociarlo con elementos nazis marginales y "supremacistas blancos" en la sociedad de EE.UU., que no representan ningún riesgo para nadie, (excepto en la medida en que los medios de comunicación dominantes puedan convencer a la población general de lo contrario). El "Estado profundo" de Estados Unidos hizo esto en respuesta a la elección de Trump el "nacionalista" y a sus temores de que su visión globalista y excepcionalista para Estados Unidos -una visión que se centra únicamente en sus propios y estrechos intereses a expensas del pueblo estadounidense y de muchos otros en todo el mundo- se desbaratara si Trump intentaba poner en primer lugar los intereses del pueblo estadounidense.
antorchas