Traducido por el equipo de SOTT.net en español

Más del 40% de los hombres de hoy en día lo sufren, y sus seres queridos pagan el precio.
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Se llama "masculinidad tóxica" y es la última enfermedad que azota a la nación. Puede afectar todos los aspectos de la vida de un hombre tóxico. Lo peor de todo es que la masculinidad tóxica es contagiosa, así que si estás infectado, necesitas saberlo de inmediato para evitar contagiar a tus amigos y familiares.

¿Está usted o un ser querido sufriendo de masculinidad tóxica? Conozca las señales de advertencia para que pueda buscar ayuda:

Incluso el más mínimo pelillo de vello facial - Si tienes bigote, programa un chequeo. Si te encuentras una perilla en la cara, considera ir a la sala de emergencias. Si tienes una barba abundante, probablemente sea demasiado tarde para ti.

Una creencia de que los hombres y las mujeres son al menos un poco diferentes - Si usted se infecta con la idea cancerosa de que los hombres y las mujeres son un poco diferentes entre sí, podría tener una masculinidad tóxica. Si eres una mujer que cree esto, entonces sufres de una enfermedad aún peor llamada misoginia interiorizada.

Arrojar a un luchador profesional desde una jaula de acero justo en la mesa del presentador - Los hombres que de repente miran a su alrededor y descubren que están arrojando a un luchador profesional desde una jaula de acero para que caiga en picado en la mesa del presentador están en alto riesgo de desarrollar una masculinidad tóxica. Si un hombre en tu vida está sufriendo de este síntoma, anímalo a dejar la luchar libre del WWE o Pressing Catch inmediatamente.

Comer carne de vez en cuando - Una enfermedad como la masculinidad tóxica puede cambiar rápidamente su dieta. Si te encuentras abandonando tus batidos vegetarianos de quinoa de aguacate para comer tocino envuelto en tocino, es posible que tengas una masculinidad tóxica.

Dejar la puerta abierta para que pase una mujer, aunque lo hagas muy pocas veces - Parece bastante inocente: una mujer se acerca, y usted sostiene la puerta para que no tenga que abrirla de nuevo. Parece cortesía común, ¿no? EQUIVOCADO. Es una de las primeras señales de advertencia de la masculinidad tóxica, y necesitas hacerlo mejor si quieres vencer a esta cosa. Una manera de reducir tu masculinidad tóxica es cerrar la puerta a una mujer en sus narices y gritar "¡¡¡IGUALDAD!!!" a través del cristal de la puerta cuando te mire fijamente.

Gritar cosas sobre la libertad mientras te diriges a la batalla con dos rayas azules pintadas en la cara - Si te encuentras yendo a una batalla contra los ingleses que usaban pintura facial azul en el siglo XIV, podrías estar más allá de la ayuda médica. Hazle un favor a toda la sociedad y haz que te descuarticen para que nadie más se contagie de esta enfermedad contagiosa.

Ser un hombre que no se odia a sí mismo es la señal más reveladora - Si eres un hombre biológico y no te odias a ti mismo, la masculinidad tóxica ya está corriendo por tus venas. Si queda alguna esperanza de recuperación, tienes que empezar a odiarte a ti mismo hoy.

Si usted o su hombre presentan uno o más de estos síntomas, comuníquese con su médico hoy mismo. Busque ayuda, antes de que sea demasiado tarde.