Traducción del equipo de Sott.net en español

Mientras que Londres culpó casi de inmediato a Moscú por el envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal y de su hija en la ciudad británica de Salisbury en marzo de 2018, Rusia ha rechazado enérgicamente su participación, subrayando que se le ha negado el acceso tanto a la investigación del incidente como a los ciudadanos rusos afectados.
skripals house
© Hannah Mckay / Reuters
El 16 de abril, el New York Times publicó un perfil adulador de Gina Haspel, quien en mayo de 2018 se convirtió en la séptima directora de la Agencia Central de Inteligencia.

El artículo se refería a Haspel -ex jefe de un "sitio negro" de la CIA en Tailandia en el que un número indeterminado de sospechosos de terrorismo fueron torturados brutalmente- como una "táctica adepta" bendecida con "buena escucha, empatía y capacidad de conexión", y hablaba de las dificultades a las que se enfrentaba la jefe de inteligencia para asegurar que "su voz fuera escuchada en la Casa Blanca", debido a la intransigencia del presidente Donald Trump y de una Casa Blanca que supuestamente trata a los profesionales de la seguridad nacional "con un profundo escepticismo".

Hasta aquí no ha sido más que servilismo, pero enterrada en la hagiografía encontramos una revelación fascinante. En una sección titulada "¿Las claves para hablar con Trump? Realismo y emoción", los autores Julian E. Barnes y Adam Goldman documentan cómo Haspel "solidificó su reputación" como una de las "informadoras más hábiles" del Presidente.

Tras el envenenamiento del 4 de marzo de 2018 del ex espía Sergei Skripal y su hija Yulia en Salisbury, Reino Unido, se dice que altos funcionarios de seguridad nacional se reunieron en la Casa Blanca para debatir con Trump la forma en que Washington debería responder; en ese momento, Whitehall se preparaba para expulsar a docenas de diplomáticos rusos del Reino Unido y presionaba agresivamente a varios aliados internacionales clave para que siguieran su ejemplo.

Craig Murray: La historia oficial de Skripal es un pato muerto. Algo notable sobre la historia oficial de Skripal es el modo en que sus aspectos más salvajemente improbables han sido publicados en los medios convencionales por un largo periodo, para manejar su impacto.
Se dijo que Trump inicialmente había descartado la importancia del envenenamiento, caracterizándolo como "juegos de espías legítimos, desagradables pero dentro de los límites del espionaje". Sin embargo, Haspel presionó al Presidente para que expulsara a 60 diplomáticos rusos de los EE.UU.; y persuadió a Trump para que tomara la "opción dura" mostrándole que los Skripal "no fueron las únicas víctimas del ataque de Rusia".

"La Sra. Haspel mostró fotos que el gobierno británico le había proporcionado de niños pequeños hospitalizados después de haber resultado enfermos por el agente nervioso Novichok que envenenó a los Skripal. Luego mostró una fotografía de patos que los oficiales británicos dijeron que murieron inintencionalmente por el descuidado trabajo de los operativos rusos. Haspel no fue la primera en utilizar imágenes emotivas para apelar al presidente, pero combinarlas con su realismo duro demostró ser eficaz: El Sr. Trump se obsesionó con las fotos de los niños enfermos y los patos muertos. Al final de la sesión informativa, aceptó la opción dura", afirma el artículo.

Patos débiles

Este pequeño fragmento plantea innumerables preguntas sobre el siempre misterioso incidente de Salisbury. En primer lugar, las imágenes que aparentemente el Gobierno británico proporcionó a Haspel nunca han sido publicadas, ni siquiera mencionadas, por los medios de comunicación británicos.

Dada la determinación de Whitehall de culpar y castigar diplomáticamente al Estado ruso por el envenenamiento antes de que se estableciera un motivo, se identificara a los autores u otros hechos básicos -ante la significativa desaprobación pública y la demanda del líder de la oposición, Jeremy Corbyn, de que la acción se basara en pruebas- es totalmente inconcebible que, de haber existido estas imágenes, no se hubieran proporcionado a los principales medios de comunicación y no se hubieran difundido de manera prominente. Si fueron lo suficientemente impactantes como para convencer a un presidente escéptico de los EE.UU. de que apoyara la estrategia de Whitehall, los indecisos ciudadanos británicos podrían haber sido influenciados de la misma manera.


Charles Shoebridge: La jefa de la CIA Gina Haspel "usó imágenes proporcionadas por el gobierno del Reino Unido de Skripal, niños y patos envenenados con Novichok, para persuadir a Trump de tomar una línea dura contra Rusia. No hubo niños ni patos envenenados en el caso Skripal. Entonces si la historia es verdadera, ¿quién mintió, Haspel, el gobierno del Reino Unido o ambos?
Además, desde marzo de 2018, ningún medio de comunicación británico, ningún ministro, portavoz del gobierno, profesional de la salud o agente de la ley ha afirmado nunca que un solo niño haya estado "enfermo" después de entrar en contacto con el llamado "Novichok" (tampoco ha habido informes de que ninguna ave acuática haya muerto trágicamente a causa del agente nervioso). Una vez más, es totalmente imaginable que si un niño hubiera sufrido efectos adversos del agente nervioso, no se hubiera informado ampliamente.

Podría haber varias explicaciones para esta aparente anomalía. Por nombrar sólo algunas de las más inquietantes:
  • Varios niños fueron hospitalizados y varios patos murieron, y por razones que no están claras, el gobierno británico no informó al público e impidió que los niños y sus padres revelaran que habían sido afectados, a la vez que comunicaba en secreto el hecho a otros gobiernos con detalles literalmente gráficos.
  • Las imágenes falsas y/o engañosas pueden haber sido presentadas por personas desconocidas para reforzar el argumento de Gran Bretaña a favor de una acción internacional concertada, y además habrían sido transmitidas a Haspel (si no a otros funcionarios extranjeros), engañándola a ella y a Trump para que apoyaran su política de expulsión masiva.
De modo alternativo, por supuesto, tal vez la conmovedora historia de cómo Haspel convenció al reticente presidente con imágenes impactantes sea un mero chisme, o una labor de relaciones públicas; después de todo, los autores del artículo no conversaron acerca del episodio con la propia jefe de la CIA, sino que basaron su artículo en entrevistas "con más de una docena de oficiales de inteligencia actuales y anteriores que han informado o trabajado junto a ella".

Sin embargo, incluso si la explicación es tan anodina, esto a su vez plantea importantes interrogantes sobre cómo y por qué el individuo o individuos que transmitieron la historia a Barnes y Goldman llegaron a creer que los niños y patos habían sido afectados por Novichok.

Cronología cambiante

La narrativa oficial del incidente de Salisbury siempre fluctúa. Al parecer, todos y cada uno de los artículos, segmentos de noticias, declaraciones oficiales o documentales sobre cualquier elemento del caso contienen nueva información, lo que exige que el recuento establecido se reescriba al menos parcialmente y/o contradiga los elementos establecidos de la historia.

Por citar sólo dos ejemplos significativos de este extraño fenómeno en la memoria reciente, el 19 de enero se supo que Abigail McCourt, de 16 años de edad, había ganado un "Premio Salvavidas" por prestar primeros auxilios a los Skripal después de haberlos encontrado inconscientes en un banco público en el centro de Salisbury. Los informes que acompañaban indicaban que había sido la primera persona en darse cuenta del colapso del padre y la hija, y que había alertado rápidamente a su madre Alison; juntas, proporcionaron asistencia que pudo haberles salvado la vida a Sergei y a Yulia.

La historia estaba algo en desacuerdo con la cronología oficial, tal como la defendían Whitehall y la Policía Metropolitana, que afirmaban que un médico y una enfermera fuera de servicio habían encontrado a los Skripal; pero, además, el anuncio del premio de Abigail también reveló que su madre no era simplemente una enfermera, sino la Jefa de Enfermería del Ejército Británico, con el rango de Coronel.
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© QARANAC AssociationLa coronel McCourt en el número 10 de Downing Street.

Comentario: La Coronel McCourt tiene algunas conexiones interesantes. No es sólo una "enfermera militar fuera de servicio" cualquiera, sino una que se especializa en enfermedades infecciosas:

Miembro de servicio de emergencia en caso Skripal es Jefe de Enfermeras del Ejército; Rusia culpada por conexión de expediente
La Coronel McCourt, quien fue condecorada por sus esfuerzos en la lucha contra el ébola en Sierra Leona, propuso a su hija como candidata para el Premio Salvavidas en los Premios al Héroe Local de Spire FM.

"Como enfermera calificada era una situación bastante rutinaria para mí, pero mi hija fue increíble. Sus acciones inmediatas, su detección de dificultades y la forma en que me ayudó a poner a Yulia Skripal en la posición de recuperación tuvieron un impacto significativo en el devenir de las dos víctimas", dijo Alison de su hija.

¿No es una coincidencia extremadamente improbable que la primera persona que "por casualidad" atendiera a los Skripal sea la mejor enfermera del Ejército Británico? ¿Una oficial con experiencia, con cantidad de conexiones, que también es conocida por tratar a pacientes altamente infecciosos? ¿Quién escribió el guion de esta apasionante saga (rec.)?

Esta es una de las muchas, muchas "coincidencias", curiosidades y mentiras que hacen que la narrativa oficial del envenenamiento de Skripal sea tan increíble.



Del mismo modo, el 3 de marzo, la BBC informó que la policía sólo "se dio cuenta de la gravedad" del incidente de Salisbury después de haber buscado en Google el nombre de Sergei Skripal, aunque mientras que la información no era nueva (se hicieron afirmaciones similares en el documental de Panorama Salisbury Nerve Agent Attack - The Inside Story en noviembre del año anterior), el artículo indicaba que el primer oficial de policía en la escena fue el Sargento Tracey Holloway.


Una vez más, este pequeño detalle tuvo enormes ramificaciones para la narrativa del Estado Británico, ya que anteriormente los voceros del gobierno y de la policía habían afirmado unánimemente que el Sargento Detective Nick Bailey había sido el primer oficial de policía en atender a los Skripal, aclamando su valentía al apresurarse a ayudarlos sin tener en cuenta su propia seguridad. También se afirmó que su contacto con ellos en el lugar de los hechos lo expuso al agente nervioso, lo que le llevó a su propia hospitalización; ahora está "establecido" que fue envenenado después de visitar la casa de Skripal.

Elementos de la narrativa oficial también desaparecen de forma extraña y frecuente sin previo aviso ni explicación; un ejemplo clave son los Skripal, que dan pan a tres niños locales para alimentar a patos en el Avon Playground de Salisbury, aproximadamente a la 1:45 de la tarde del 4 de marzo. En un principio, el incidente fue ampliamente difundido en los medios de comunicación, y The Daily Mail afirmó que los niños -uno de los cuales aparentemente se comió parte del pan que les habían dado los Skripal- habían sido "llevados apresuradamente al hospital para someterse a análisis de sangre en medio de temores de que hubieran sido envenenados", aunque los niños estaban totalmente ilesos, y que habían sido dados de alta del hospital tras haber recibido el "visto bueno".

"Tratar de matar a Skripal es una cosa, pero ahora parece que los niños han quedado atrapados en el asunto. Esto demuestra que a quienquiera que haya hecho esto no le importó a quién mató o mutiló", dijo al Sunday Mirror un portavoz de Public Health England.


Comentario: Y sin embargo:
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© The TimesDavies: Carta a The Times
Señor, expandiendo sobre su reporte ("Exposición a veneno deja a casi 40 en necesidad de tratamiento", 14 de marzo), puedo aclarar que ningún paciente ha experimentado síntomas de envenenamiento por agente nervioso en Salisbury y sólo han habido tres pacientes con envenenamiento significativo. Mucha gente ha asistido al departamento de emergencia, preocupada de haber sido expuesta. Ninguna persona ha tenido síntomas de envenenamiento y nadie ha necesitado tratamiento. Ninguna prueba de sangre ha mostrado anomalías. Ningún miembro del público ha sido contaminado por el agente involucrado.

- STEPHEN DAVIES, consultor en medicina de emergencia, Salisbury NHS Foundation Trust.

Sorprendentemente, este episodio pronto desaparecería completamente de la cobertura mediática del incidente de Salisbury, sin aparecer en ningún relato oficialmente autorizado, aunque es fácil entender por qué. Según la cronología de la Policía Metropolitana, después de salir del Avon Playground, los Skripal se dirigieron al Bishops Mill Pub en el centro de la ciudad de Salisbury, antes de llegar al restaurante Zizzi alrededor de las 14:20. Salieron alrededor de las 15:35 horas, y los servicios de emergencia recibieron el primer informe de que habían sido encontrados inconscientes alrededor de las 16:15 horas.

Las autoridades británicas determinan que Sergei y Yulia fueron envenenados por Novichok esparcido alrededor de su casa -en particular la manilla de la puerta principal- en algún momento antes de las 13:30 horas, cuando el coche de Sergei fue visto en Devizes Road en dirección al centro de la ciudad. Al parecer, la pareja estaba tan infectada por el agente nervioso y la sustancia tan peligrosa que Zizzi se vio obligada a cerrar durante ocho meses debido a los altos niveles de contaminación, y la mesa en la que comieron tuvo que ser destruida. El bar Mill, al que se dirigieron inmediatamente después de sus hazañas en Avon Playground, también fue objeto de una amplia descontaminación y sólo fue declarado seguro para su reapertura en agosto, aunque sigue cerrado hasta el día de hoy. También fue destruido el banco en el que se encontró a los Skripal acostados.

A pesar de ello, los niños a los que los Skripal dieron pan y los patos que alimentaron no sufrieron ningún daño a causa del novichok. Obviamente, era necesario suprimir el contacto de la pareja con el trío, la ingestión del pan por parte de un niño y, de hecho, la alimentación masiva de los patos. De lo contrario, el hallazgo de que la pareja fue envenenada en casa antes de viajar a Salisbury es simplemente inviable, y la pareja fue envenenada en otro lugar, en otro momento y por otro medio.

Es desconcertante en extremo que este aspecto tan olvidado del incidente supuestamente haya ocupado un lugar tan prominente en el argumento de Haspel a favor de una acción decisiva de EE.UU. contra Rusia; y plantea la pregunta de quién engañó y quién está engañando a quién, cómo y por qué.

¿Propia iniciativa?

Para añadir más intriga, en el día de su publicación el artículo del New York Times llamó la atención de la editora de Sky News de Asuntos Exteriores, Deborah Haynes, quien compartió debidamente el artículo en Twitter, elogiando a Barnes por su trabajo (Goldman no fue acreditado) y llamando especialmente la atención sobre el pasaje relacionado con las imágenes de niños "enfermos".

Sin embargo, en una sospechosa vuelta en U, en cuestión de horas Haynes tuiteó que "fuentes de seguridad del Reino Unido" le habían dicho que en realidad "no tenían conocimiento de niños hospitalizados a causa del novichok o de la muerte de vida silvestre" en el incidente de Salisbury.

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© @haynesdeborah/Twitter
Debora Haynes: Actualización: Fuentes de seguridad del Reino Unido dicen que no tienen conocimiento de niños hospitalizados debido al novichok ni de muertes de vida salvaje. Puede haber habido una foto de un cisne muerto, aunque no hay evidencia de que el cisne muriera a causa del novichok. Si eso es cierto, ¡me pregunto qué fueron estas imágenes usadas por la CIA!
Por su parte, Haynes afirma que le preguntó a los "contactos del Reino Unido" acerca de las imágenes después de leer el artículo, y sus negativas la impulsaron a publicar una "actualización". Esto puede ser así, ya que ciertamente tiene estrechas conexiones con los servicios de seguridad y los militares, como lo demuestra su membresía honoraria en el Pen & Sword Club, un grupo que "[proporciona] un vínculo entre oficiales en servicio y retirados y sus partidarios dentro del Ministerio de Defensa", y promueve "las operaciones de los medios de comunicación como una destreza militar necesaria y valiosa en el siglo XXI". Es una de las pocas periodistas nombradas en la sección de "socios del club"; casi todos los demás tienen formación militar y/o de inteligencia.

Además, es un poco extraño que Haynes inicialmente pareciera no saber que ningún niño había sido hospitalizado en el incidente de Salisbury, dado que ella escribió extensamente sobre el tema mientras era editora de Defensa de The Times. Como han documentado mis informes anteriores, gran parte de estas publicaciones fueron influenciadas en gran medida por la Iniciativa de Integridad, una operación de inteligencia militar británica que buscaba dar forma sistemáticamente a la información de los medios de comunicación sobre el incidente de Salisbury y la respuesta de Whitehall al mismo desde el primer día. Evidentemente, el Estado Profundo británico es igualmente capaz de contactar a Haynes directamente, igual que ella a ellos; y sus agentes tendrían todas las razones para querer que uno de sus más prominentes defensores de los medios de comunicación se retracte y repudie rápidamente una revelación extremadamente inconveniente como la contenida en el informe del New York Times.

Si nada más, el hecho de que Haynes estuviera dispuesta a transmitir una ficción aparentemente obvia dice mucho sobre la voluntad de los periodistas de la corriente convencional de repetir como loros cada una de las nuevas declaraciones en el caso Skripal, incluso si entran brutalmente en conflicto con lo que ellos mismos han escrito anteriormente.