La ONU expresa su profunda alarma por la decisión del tribunal de seguridad estatal del norte de Yemen, que está bajo el control de los rebeldes yemeníes del movimiento Ansar Alá (hutíes), de condenar a muerte a 30 personas por espiar para la coalición árabe liderada por Arabia Saudí.
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© Sputnik / Roman Majmutov
"Estamos profundamente alarmados por la imposición de la pena de muerte a 30 personas por (...) las autoridades de facto en Saná", dijo la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.

Según Shamdasani, la mayoría de los condenados eran académicos, estudiantes y políticos afiliados al partido Al Islah, conocido por sus críticas contra los hutíes, y fueron sentenciados a muerte el pasado martes.

La portavoz indicó que la Oficina para los Derechos Humanos de la ONU recibió una información "fidedigna" de que la mayoría de los sentenciados fueron objeto de detenciones arbitrarias e ilegales, así como de torturas y maltratos bajo custodia.

A los condenados se les imputaron presuntamente "la participación en un grupo armado organizado que tenía por objetivo cometer actos criminales contra el personal de seguridad y los comités populares afiliados con los hutíes".

Shamdasani llamó al Tribunal de Apelación a "prestar atención a las graves denuncias de tortura y otros malos tratos, y a las violaciones del juicio justo y de los derechos al debido proceso de las personas condenadas".

"La ONU se opone al uso de la pena de muerte en todas las circunstancias", resaltó.

Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y los rebeldes hutíes.

En marzo de 2015 intervino en el conflicto del lado del Gobierno legítimo una coalición encabezada por Arabia Saudí e integrada mayormente por países del golfo Pérsico