El lunes 29 Brasil amaneció con la noticia de que habían fallecido 57 hombres presos en una cárcel de Altamira, en el estado de Pará (norte), durante un motín. Sin embargo, no es la primera vez que las cárceles brasileñas son escenario de masacres. Sputnik hace un repaso de las más grandes tragedias carcelarias del país.
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La mayor matanza dentro de las cárceles brasileñas en lo que va del año ocurrió el lunes 29 de julio, cuando se enfrentaron integrantes de dos fracciones rivales presos en la cárcel de Altamira, provocando un baño de sangre.

Los reclusos que formaban parte de la organización delictiva Comando Clase A atacaron supuestamente a los del Comando Vermelho, y dejaron 16 muertos por decapitación y 41 por intoxicación causada por inhalación de humo; pues habían desatado un incendio.

Este último episodio es reflejo de la crisis que desde hace décadas está azotando al sistema penitenciario brasileño, con una secuencia de disturbios que han terminado con un alto número de personas asesinadas.

Según Folha de S. Paulo, éstas son las masacres de mayor magnitud de los últimos años:
  • En 1987 la Policía Militar ingresó a la penitenciaría de São Paulo por disturbios y mató a 31 personas.
  • Cinco años después, la prisión de Carandiru fue escenario de una de las masacres más grandes de la historia carcelaria brasileña: la policía mató a 111 prisioneros.
  • En 2002 en Puerto Viejo, en la prisión de Oso Blanco, 27 hombres fueron decapitados, asesinados con descargas eléctricas, o ahorcados.
  • En 2004 en Río de Janeiro la rebelión en la Casa de Custodia del Benfica dejó un saldo de 30 prisioneros y un oficial correccional asesinados.
  • 2017 fue un año nefasto para los prisioneros en Manaos, en una semana hubo 67 muertos.
La crisis de enero de 2017 también dejó un rastro de muertes en Roraima y en Rio Grande do Norte. En las primeras horas del 6 de enero, 33 prisioneros fueron asesinados en la penitenciaría Agrícola Monte Cristo en Boa Vista. Un motín en la penitenciaría más grande de Rio Grande do Norte, Regaliz, dejó 26 muertos más.
  • En 2018 en Santa Izabel un intento de rebelión y fuga termina con 22 muertos en la región metropolitana de Belem. Entre los muertos había un funcionario penitenciario.
  • En septiembre del mismo año, en Altamira, murieron siete personas.
  • En mayo de 2019 en Manaos fueron asesinados 55 prisioneros.
Altamira vuelve a ser escenario de asesinatos carcelarios, con 57 muertos el pasado lunes 29 de julio