Si antes eran el oro, el cobre, la plata, el litio y el carbón, por mencionar algunos, en la actualidad estos pedazos de hielo se convierten también en una fuente de riqueza.

Mercantilizarlo todo: Cazadores de icebergs

Criticado por algunos y comprendido por otros, Edward Kean, un pescador de 60 años, sale todos los días al amanecer en busca de lo que él ha convertido en una fuente de dinero: ¡Nada más y nada menos que los icebergs que flotan en las costas de Newfoundland, en Canadá!

¿Entretenimiento? ¿Aventura? ¿Motivaciones científicas? Aunque él considera que con esta práctica no daña al medio ambiente, lo cierto es que Kean dispara a los glaciares para derretirlos y comercializar su agua — se dice que tiene altos niveles de pureza — , lo mismo a restaurantes que a empresas de cosméticos.

Kean y otras tres personas que conforman su equipo esperan el amanecer en el mar a bordo del barco Green Waters: el propósito es encontrar el llamado "oro blanco". Así una vez que encuentran un buen pedazo de hielo lo remueven mediante arponazos en espera que se suelte algún bloque más pequeño.

Si la suerte los acompaña, acopian trozos que pueden pesar entre una y dos toneladas. Los envuelven con una red y luego los enganchan a una grúa ubicada en la embarcación. Una vez en tierra firme, Kean secciona los hielos con un hacha y los deja descongelando en contenedores grandes.

En temporada alta — de mayo a julio — reúnen hasta 800 mil litros de agua, que después venden a comerciantes locales a un dólar el litro.

El comercio del agua de icebergs ha reportado más ganancias de lo esperado. Así, por ejemplo, una de las empresas que compra agua a Kean, llamada DynaPro, vende cada botella por alrededor de 12 dólares. Lograr una clientela más solvente y expandir el negocio hacia otros lugares del mundo, son algunos de sus objetivos.

Mercantilizarlo todo: Cazadores de icebergs
Con altos niveles de pureza, el comercio de agua extraída de los icebergs aspira a convertirse

en un negocio solvente, francamente a costa de la maravillosa naturaleza.

Por lo pronto habrá que seguir el desenvolvimiento de Green Waters por esas lejanas costas canadienses. ¡Va y a lo mejor en un futuro no muy lejano Kean logrará convertirse en un gran empresario y el agua de los icebergs estará entre los productos naturales más codiciados del planeta, aunque él crea — o haga creer — que No está dañando al medio ambiente.