Al menos dos millones de trabajadores extranjeros han abandonado Arabia Saudí debido a la crítica situación económica del reino árabe.
Trabajadores extranjeros en la ciudad de Riad, capital de Arabia Saudí, 9 de febrero de 2016.
© ReutersTrabajadores extranjeros en la ciudad de Riad, capital de Arabia Saudí, 9 de febrero de 2016.
"Los severos impuestos sobre los ingresos de los trabajadores extranjeros, y el creciente aumento de los precios de productos básicos en Arabia Saudí, durante los últimos dos años, han provocado la salida de unos dos millones de trabajadores del territorio saudí", ha informado este martes el diario local Al-Sharq Al-Awsat.

Según la publicación, durante este periodo la cifra de trabajadores extranjeros en 2019 alcanzó el número de 6 590 000 después de que en 2017 estaba alrededor de 8 490 000 trabajadores.

La razón principal de esta reducción es el aumento del desempleo en el reino saudí. Los datos oficiales también muestran que el desempleo entre los ciudadanos saudíes aumentó en 12.9 %, más allá de la lucha por la creación de puestos de trabajo a medida que la economía se recupera lentamente de la peor desaceleración económica desde la crisis financiera de 2009.

El objetivo es combatir, según alegan autoridades saudíes, el desempleo entre los saudíes, incipiente problemática social del lugar, que ha generado protestas en las zonas orientales del país árabe.

Los analistas dicen que la reducción de los trabajadores extranjeros, la mayoría profesionales, se realiza en el marco del programa "Visión 2030" un ambicioso plan de reestructuración económica -encabezado por el príncipe heredero Muhamad bin Salman- que tiene el objetivo de diversificar la economía del país, reducir su dependencia del petróleo y el desempleo juvenil.

Asesinato de Khashoggi y guerra saudí en Yemen, y su relación con economía saudí

La ofensiva saudí en Yemen, que lanzó Riad y varios de sus aliados árabes en 2015, y el brutal asesinato en octubre de 2018 del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado en Estambul (Turquía), conforme a varios informes, sigue conllevando consecuencias económicas para el reino árabe.

Ahora existen dudas de que Riad siga siendo un socio económico clave para muchas compañías occidentales. De hecho, lo que el asunto de Khashoggi ha puesto de relieve son los riesgos que implica tratar con la familia real saudí.