Denunció que en los dispensarios le sugirieron interrumpir la gestación, en vez de ayudarla.
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En plena acción. Una de las integrantes de Feministas de la Nueva Ola a punto de colocar un tirante.
Noe tiene 23 años y vivía con sus dos hijos, de 7 y 3, en una casilla hasta que llegó la "dueña" y la echó porque no pagaba el alquiler. La chica está embarazada de su tercer hijo y había comenzado a trabajar de recepcionista en una remisería. Cuando buscó un lugar para vivir, lejos de ayudarla con ésto, le sugirieron que no continúe con el embarazo. Hasta en los centros de salud a los que concurrió le indicaron que lo mejor para ella era el aborto.

Pero para Noe, que es madre soltera, el aborto no es una opción. Ella es la primera de seis hermanos y en su casa aprendió que un hijo es "un regalo de Dios", y que nadie puede quitarle la vida a quien crece en su interior.

Cuando se quedó en la calle, se fue a la casilla donde vive su mamá. Pero, desde el principio supo que no podría estar allí mucho tiempo. Recurrió a las redes para pedir ayuda y así levantar un lugar donde vivir.

A través de internet, Noe encontró al grupo Feministas de la Nueva Ola (FNO) de Rosario formado por mujeres que luchan contra el machismo, pero que respetan la vida por nacer.

Las mujeres de ese grupo se pusieron el problema al hombro. Largaron la campaña #UnaCasaParaNoe para conseguir materiales, y todos los sábados están yendo a construir el nuevo hogar (en Avellaneda al 4700) para la mujer embarazada y sus hijos.

Ya queda muy poco para lograr la casa. Construyeron una habitación de material y ahora están empeñadas en terminar el baño. Ninguna de ellas es albañil, ni arquitecta, pero tienen amigos que se unieron a la causa y las están ayudando, al menos indicándoles cómo deben levantar las paredes.

Así, ladrillo tras ladrillo Natasha Fra y otras jóvenes rosarinas de la agrupación FNO le consiguieron lo necesario para que Noe pueda ir a vivir allí con sus dos hijos y el que pronto nacerá.

"Sugerirle que aborte no es solucionar nada, porque ella y sus otros dos hijos seguirían sin casa y viviendo hacinados en una habitación compartida con otros familiares, sólo que ella con el trauma de haber interrumpido la vida de su hijo en gestación", declaró Fra, quien subrayó que "es una falacia que las mujeres pobres necesiten un aborto. Eso lo dicen las no pobres desde la comodidad de su casa".

"Nosotras entendimos que pedía ayuda para tener dónde vivir, y no cómo hacer morir", aclaró la joven que se puso en contacto con Noe, la fue a visitar y comenzó la aventura de levantar paredes.

Grupo revolucionario

La agrupación FNO nació en Buenos Aires y se está desparramando por el país. En Rosario cuenta jóvenes que buscan apoyar a mujeres que están embarazadas. Además, se embanderaron con la causa pro vida y defienden a los niños y niñas en gestación. El eslogan de la organización es "ni opresoras, ni oprimidas. Promujer, provida. Resistencia no violenta".

Fra, una de las integrantes, tiene 28 años, estudia y trabaja como docente. Además, dedica su tiempo libre a luchar por la causa feminista y provida.

"Cuando conocimos el problema de Noe, decidimos ayudarla de inmediato y lanzamos una campaña para conseguir los materiales de construcción. Conseguimos de todo, nos falta muy poco para terminar", contó satisfecha la chica que está aprendiendo de construcción a raíz de toda esta movida.

"Noe y algunas chicas vecinas nos contaron que fueron presionadas en los centros de salud donde las atienden para que aborten y más aún en estos últimos embarazos. Pero ellas no quieren abortar, quieren seguir adelante con el embarazo, por eso necesitan de nuestra ayuda", destacó la joven que además se ocupa de la logística de la construcción.

A la causa también se sumaron vecinos que están colaborando con las chicas para levantar la casa.

"Necesitamos más gente, en lo posible con conocimientos técnicos y que sepa manejar las herramientas para seguir construyendo. El próximo fin de semana haremos la instalación eléctrica y seguiremos uniendo chapas", agregó Fra, quien dijo que para terminar la obra necesitan materiales de construcción: 300 ladrillos, tirantes, chapas, caños de cloaca y dos bolsas de cemento". De esta manera buscan ayudar a una mujer embarazada que de otra manera quedaría en la calle.
"Es una falacia que las mujeres pobres necesiten un aborto. Eso lo dicen las ricas desde la comodidad de su casa".