Zarif ironiza señalando que a EE.UU. le molesta que los yemeníes se defiendan, pero no que sus aliados saudíes bombardeen niños en Yemen.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, en un mensaje en la red social Twitter, ha ironizado este martes con la actitud de EE.UU. "Imagínense, Estados Unidos no está molesto cuando sus aliados bombardean despiadadamente bebés en Yemen durante más de 4 años con sus armas y su asistencia militar", pero se siente terriblemente molesto cuando los yemeníes reaccionan "de la única manera que pueden" contra las refinerías del agresor saudí, escribe.

También ha criticado a EE.UU., pues, siendo socio de los Al Saud y de sus aliados en la masacre de yemeníes, se atreve a culpar a Irán de los recientes ataques contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudí.

En otro tuit en la misma jornada, el jefe de la diplomacia persa ha insistido en que "Estados Unidos niega lo evidente" si cree que los yemeníes, que han experimentado los peores crímenes de guerra durante más de cuatro años "no harán todo lo posible para contraatacar".

A lo mejor, señala Zarif, Washington "siente vergüenza" de que los miles de millones de armas que ha vendido a Arabia Saudí no hayan logrado interceptar el fuego yemení. "Pero culpar a Irán no cambiará eso. Poner fin a la guerra = única solución para todos", precisa.

El Ejército yemení, respaldado por el movimiento popular Ansarolá, atacó el sábado, con 10 aeronaves no tripuladas (drones), dos instalaciones de la petrolera saudí Aramco. Estos ataques provocaron una amplia destrucción en las instalaciones petroleras del reino árabe e interrumpieron su producción del crudo.

El secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, atribuyó los ataques a la República Islámica. Sin embargo, Teherán rechazó de plano cualquier participación en los ataques a Aramco, y volvió a repetir que la única vía para acabar con la crisis en Yemen es el cese de los bombardeos saudíes y que ciertos Estados occidentales dejen de apoyar política y armamentísticamente a los agresores.