Conectarse a internet implica casi por defecto que alguien está recogiendo información sobre ti, muchas veces con la excusa de personalizar y mejorar los servicios que utilizas pero, casi siempre, para vender esos datos y utilizarlos con fines comerciales. Ya que utilizamos la Red todos los días y no podemos escapar de las garras de las empresas que recogen nuestra información, al menos aprendamos algunos trucos que nos permitan darles esquinazo. Cada experto en ciberseguridad y cada hacker tiene sus propuestas, pero The New York Times ha recogido varios consejos fáciles de poner en práctica para intentar dejar el menor rastro posible en internet.

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No inicies sesión con Facebook

Cuando entras a una web que te pide que te registres para continuar navegando, muchas veces tienes disponible un botón para "Iniciar sesión con Facebook" directamente. La tentación es enorme, porque solo necesitas apretar un botón para seguir con lo tuyo. Si no, tendrías que rellenar un formulario con los datos que has puesto una y otra vez en todo internet. Sin embargo, los expertos recomiendan hacer el pequeño esfuerzo de rellenar los campos para registrarse, pero solo los obligatorios. Nunca des más información de la imprescindible. Los botones de acceso directo dan a la página web permisos sobre la información personal que tienes en Facebook y "permiten que esas compañías los rastreen en otros sitios", explica el desarrollador de software Joel Potischman, según recoge The New York Times.

Deja de usar Google

El buscador por excelencia ha conseguido convertirse en el rey de internet, de tal forma que si una información no aparece en Google (de hecho, si no aparece en los resultados de la primera página), no existe. Por eso todos los usuarios pasan por el buscador dejando su rastro sobre lo que quieren comprar, a dónde quieren viajar o las cosas que le gustan. El periódico estadounidense recoge también el testimonio de Bob Gellman, consultor de privacidad, que asegura que "lo más importante que la gente puede hacer es dejar de usar Google. Si usas Gmail y Google para buscar en la web, la empresa sabrá más sobre ti que cualquier otra institución. Y eso se duplica si usas otros servicios como Google Maps, Waze o Google Docs".

Aunque parece que no hay vida más allá de las paredes de Google, hay muchos otros buscadores que parecen respetar más la privacidad, como DuckDuckGo: sus resultados no son tan útiles, pero anuncia que no rastrea ni a los usuarios ni a sus búsquedas. También hay otras alternativas que incluso ayudan al medioamente, como Ecosia: un buscador que planta un árbol por cada búsqueda que realiza un usuario.

Engaña a los algoritmos


Si vas a seguir utilizando Google, al menos sé consciente de que se mete hasta la cocina. Cada búsqueda que haces, cada persona nueva que sigues en Twitter, es una línea más en tu historial, así que aprende a aprovecharte de ello y utilizarlo a tu favor. Por ejemplo, siguiendo deliberadamente a personas con puntos de vista contrarios o marcas con las que no estás necesariamente de acuerdo o que no utilizas. Busca de forma proactiva información nueva, algo que no le interesaría a alguien de tu edad y género, navega por perfiles distintos y contenido diferente: el algoritmo recogerá la información contradictoria y se desdibujará la imagen que tienen de ti.

Robo de identidad


La información que te piden estos sitios web suele ser tan personal que no es raro que coincida con las contraseñas que eliges para proteger tus cuentas. Nombre, apellidos, fecha de nacimiento, nacionalidad, número de móvil, correo electrónico, género. Son datos casi suficientes incluso para suplantar la identidad de alguien. "Te aseguro que no quieres decirle a Facebook dónde naciste y tu fecha de nacimiento. ¡Eso es el 98% de la información que necesita alguien para robarte la identidad!", asegura Frank Abagnale, el exestafador adolescente en el que está inspirada la película Atrápame si puedes. "Y no utilices una foto de tuya como las del pasaporte, el carnet de conducir o una foto de graduación que alguien pueda usar en una identificación falsa".