Este 14 de octubre, la Policía neerlandesa liberó a una familia que desde 2010 vivió encerrada en una granja en la provincia de Drente, cerca del pueblo de Ruinerwold, y detuvo a un hombre de 58 años como sospechoso de privarlos de libertad y dañar su salud, al que además se acusa de lavado de dinero.
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© Piroschka van de Wouw / ReutersGranja en Ruinerwold (Drente, Países Bajos)
Su nombre no fue revelado, pero los medios locales lo identificaron como el austríaco Joseph B., que alquilaba la granja. Este jueves las autoridades decretaron su arresto por dos semanas más, mientras avanza la investigación, y detuvieron a otro sospechoso, de 67 años, que afirma ser el padre de la familia y afronta las mismas acusaciones.

Nueve años de aislamiento

Al llegar a la granja, situada a 130 kilómetros al noreste de Ámsterdam, la Policía encontró a seis personas — el supuesto padre y cinco jóvenes que, se estima, son sus hijos — , luego de que un supuesto sexto hijo, el mayor, pidiera ayuda en una cafetería local.

Poco después de la redada, los agentes detuvieron a Joseph B., quien, según datos preliminares, no forma parte de la familia hallada. La Policía aún trata de determinar la relación entre todas estas personas, ya que ninguno de ellos figura en los registros civiles de la localidad. Los hijos tienen entre 18 y 25 años y se estima que su madre murió en 2004.

Los siete adultos vivieron a lo largo de los últimos nueve años en habitaciones improvisadas que apenas se veían desde una carretera cercana, separada por árboles. En un principio los medios dijeron que se encontraban en un sótano, pero no resultó ser así.

La familia no tenía contacto con el mundo exterior y se alimentaba de las plantas que cultivaba en el huerto de la granja. Se sostenían todos con ayuda del arrendatario del lugar y también tenían una cabra. Algunos vecinos comentaron a los medios locales que nunca habían tenido indicios de la presencia de otras personas, aparte del hombre de 58 años, y que solo de vez en cuando veían una cabra, un perro y unos gansos.

El escape del hijo mayor

El único integrante de la familia que logró salir de la granja se identifica como Jan Zon van Dorsten, de 25 años. Fue él quien, tras pedir cerveza en un establecimiento cercano, contó que era miembro de aquella familia y pidió ayuda. El dueño del negocio comentó al medio RTV Drenthe que esa fue la primera vez que el joven salió de la granja, que nunca había ido a la escuela y tampoco había visitado a un barbero en casi una década.

Se presentó en el sitio con el pelo largo y enredado, la barba sucia y vestido de harapos, y contó que quería poner fin a la manera en la que estaban viviendo sus hermanos.

Van Dorsten aparecía registrado en Facebook cuando la familia se instaló en las inmediaciones de Ruinerwold, pero dejó de estar en línea y solo este año reanudó su actividad en redes sociales, donde aparece como amante de la naturaleza. En mayo se unió a Twitter, en junio empezó a hacer publicaciones en Facebook y en julio se ocupó de Instagram.

Desde junio de 2019, el joven ha trabajado para la empresa Creconat, perteneciente al detenido Josef B., y se ha dedicado al desarrollo de su página web.

Otra persona con la que el joven supuestamente habló en el bar dijo a los medios que Van Dorsten estaba buscando trabajo y pidió ropa nueva, diciendo que no podía volver a casa. Segun su testimonio, el dueño finalmente alertó a la Policía.

De acuerdo con medios locales, el joven nació en 1994 en la localidad de Hasselt, en la provincia neerlandesa de Overijssel, y a partir de mayo de 2005 vivió en la ciudad de Zwartsluis, de la misma provincia. Desde enero de 2008 permaneció con sus familiares en la ciudad de Meppel (provincia de Drente), hasta que todos se mudaran a Ruinerwold en agosto de 2010.